Messi 2, Cristiano Ronaldo 2

Por Jorge Barraza. Columnista

El mejor clásico del mundo de nuestro tiempo, sin un átomo de duda, Barcelona-Real Madrid, siempre responde a las altísimas expectativas de la platea universal. La tensión que ambos generan hace que el mismo partido que ellos producen, con igual intensidad y goles, en otro estadio y con otros protagonistas sepa discreto, aburrido, soso. Pero con esas camisetas y semejante rivalidad, no hay indiferentes.

El 2-2 final no le sirve al Barza para sacarle una vuelta de ventaja al Madrid. Tampoco al merengue para achicar la brecha de ocho puntos, pero queda muchísima liga y aún todo puede acontecer. Incluso, que el Barcelona la pierda. Porque el Barza se esmera en dar ventajas. Por ejemplo, la ventaja de las incorporaciones.

Ficha mal el club azulgrana. Desde antes de la lesión de Villa (diciembre 2011) sabía que necesitaba un punta con gol para no obligar a Messi a hacer 70 goles por temporada. Y gastó una fortuna para contratar a Alexis Sánchez, que hace un gol cada diez partidos. Sabía que necesitaba un zaguero importante, porque Puyol está grande y cae en repetidas lesiones, porque Mascherano no ve una en el juego aéreo, y porque Piqué está lento y también se lesiona tupido (y parece estar con la nariz más metida en el perfumado mundo artístico que en el olor de vestuario).

Lo sabía y fichó a Song, inconfiable como defensa. Y como el técnico sabe de sobra que es inconfiable defensivamente, cuando llega el partido con el Madrid improvisa a Adriano (marcador de punta) como central antes que alinear a Song. Lo mismo sucede con Alexis Sánchez. Cuando llega el partido de la máxima exigencia, Vilanova opta por poner de centrodelantero a Cesc (volante neto) antes que al chileno. Porque, de última, no come vidrio. Son las ventajas que da un club con decenas de millones de euros para gastar.

Es que mientras Messi pueda respirar, igual habrá posibilidades de triunfo, aún dando todas las ventajas. Así piensan. Y así actúan. Por no fichar a un goleador, Barza perdió Liga y Champions la temporada última. Le faltaron esos 10 o 15 goles que le aseguraba un verdadero matador de área.

?La única ventaja que podemos dar es jugar con doce?, arengaba el ?Pulpa? Etchamendi, recordado técnico del fútbol uruguayo. Mourinho es igual. Alguien podrá decir que Higuaín es mejor que Benzemá. O no. Pero su inclusión es indiscutible. Es la única duda del once albo.

Una actitud menos defensiva que otras veces en el Camp Nou planteó Mourinho. Y le...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR