Un Mercado Por explorar

Por texto Darwin Cruz Fiestas y María Rosa Villalobos / Infografía: JEan IzquierdoEste es uno de esos nichos de mercado que muchos miran de reojo, pero pocos atienden. Se trata del segmento de turistas LGTBIQ (lesbianas, gays, transgénero, bisexuales, intersexuales y queer), un grupo que aún no es aceptado en muchos lugares por cuestiones culturales, pero mueve mucho dinero, debido a que la mayoría no tiene carga familiar, lo que lo hace un mercado más que interesante.Según un informe de la Organización Mundial de Turismo (OMT), en el mundo este segmento gasta en promedio US$165 mil millones al año, un poco más de cuatro veces lo que exportó el Perú en el 2015. Ahora, si bien en el Perú no existe un estudio que indique cuál es el perfil de este turista ?ni Prom-Perú, ni la Cámara Nacional de Turismo, ni siquiera las grandes investigadoras de mercado del país lo han estudiado? se sabe que en promedio gastan entre 40% y 45% más que un turista heterosexual, según Marco Arellano, gerente general de Llama Trip, uno de los pocos operadores de turismo enfocados en este segmento.?En promedio un turista LGTBIQ gasta US$3.000 en un viaje de 7 u 8 días?, precisa Arellano.Además cuenta que principalmente van a hoteles de tres o cuatro estrellas y lo que más valoran es que en los lugares a los que acudan los traten con respeto, tal como sucede con los turistas heterosexuales.?Con la aprobación del matrimonio igualitario o uniones civiles en varios países de Europa y de la región, el respeto es una variable muy importante al momento de decidir a dónde viajar?, señala Pablo de Luca, presidente de la Cámara de Comercio Gay Lésbica de Argentina (CCGLAR), organización que entre el 2011 y 2012 realizó un estudio del mercado LGBT ?que involucró a 9 países de Latinoamérica? en diferentes sectores, pero con mayor énfasis en el turismo. Sin estereotiposUna de las principales barreras por romper en el sector turismo respecto del segmento LGBTIQ son los estereotipos. ?Los gays son como cualquier otra persona, pero a la vez son muy diversos. No hay que encasillarlos?, apunta Arellano. Esto lo confirma Gustavo Noguera, vicepresidente de la CCGLAR, quien afirma que el segmento ha madurado y que si los operadores turísticos piensan que pueden atraer al turista LGBTIQ con imágenes de un joven musculoso sin camiseta, en una piscina y con un trago en la mano, se han quedado en la década de los 90. ?Es solo un segmento de un segmento?, dice.Si de segmentos se trata, Martín...

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