Un mensaje de esperanza

Por Ernesto Velit Granda. Analista Político

El mensaje presidencial fue la confirmación oficial de las promesas electorales. Ante un auditorio de representación nacional e internacional y un pueblo expectante, el presidente Humala reafirmó hace trece días su voluntad de ser el conductor de un proceso de cambio que responda a las demandas de equidad y justicia social que, a manera de viento de fronda, bate como una voz el territorio nacional.

La asonada fujimorista, protagonizada por su representación parlamentaria, no deslució un acto que venía con las características de un hecho histórico. El fujimorismo no termina de asimilar una derrota y un rechazo, que fueron voluntad de las mayorías nacionales. El mensaje fue pródigo en reafirmaciones que venían desde la campaña electoral.

Colocar la Constitución de 1979 en lugar privilegiado del discurso, y que provocó la grita fujimorista, anunció de hecho cómo iban a venir los acontecimientos.

Ante un auditorio en el que los mandatarios presentes le daban carácter de audiencia internacional, el presidente Humala reiteró su promesa de luchar contra la exclusión, por la igualdad y equidad, por la paz, y aseguró el compromiso en la misma dirección de quienes lo acompañan en el Gobierno.

El crecimiento económico seguirá siendo, dijo, tarea fundamental. No existirá el Estado burocrático, centralista, corrupto y despilfarrador, reafirmó.

Planteó que no había otro camino que el cambio, invocó palabras de ilustres pensadores peruanos y garantizó que hará un gobierno para todos donde valores como democracia, inclusión, libertad, descentralización y soberanía orienten la vida nacional.

Resaltó la necesidad de crearse un camino propio, un modelo peruano, sin calco ni copia, lejos de...

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