Memorias de Berlioz.
| Autor | Ferrero, Augusto |
| Cargo | CULTURA - Biografía |
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SU VIDA
Se ha cumplido el bicentenario del nacimiento de Héctor Berlioz, ocurrido el 11 de diciembre de 1803 en la Côte Saint-André, Isère, Francia, ubicada entre Vienne, Grenoble y Lyon. Para rendirle homenaje, qué mejor que sacar a relucir algunos datos de sus Memorias, las cuales agregaron a su fama de músico su habilidad literaria.
El distinguido artista estudió guitarra, flauta y flautín. No se le permitió aprender piano por temor a que la pasión por este instrumento lo llevara más lejos de lo deseado en la música. Más tarde, él diría que estaba contento de tener la necesidad de componer en silencio y con libertad, sin depender del teclado. Ello le permitió pensar en sonidos sin pasar por el filtro del piano y, como al final no tocó instrumento alguno, estudió el arte de componer leyendo partituras y textos de otros autores.
Inducido por su padre, un prestigioso facultativo y hombre de patrimonio considerable, fue a París a los 18 años para estudiar medicina. Empero, un día al salir de la Opera de escuchar Ifigenia en Tauride de Gluck juró que sería músico. Alquiló un cuarto pequeño en un quinto piso de la isla de la Cité --en la esquina de la calle de Harley y el Quai des Orfevres-- y se sometió a una dieta de pan, pasas, ciruelas secas o dátiles, que comía en la terraza del Pont-Neuf, a los pies de la estatua de Enrique IV, el vert galant.
Su único hijo, Luis, murió en La Habana en 1867, hecho que lo dejó desolado. Berlioz viajaría después a Rusia, donde estuvo con Balakireff y Tchaikovsky. Murió en París en 1869, a los 75 años.
Un hermosa reflexión final de sus Memorias reza: .
SUS AMORES
Se declara amigo de Alejandro Dumas, quien toda su vida fue excesivamente cordial con él. Resulta curioso que ambos vivieran la experiencia de presenciar la exhumación de sus mujeres; Dumas, la de Alphonsine Plessis, la dama de las camelias, y Berlioz, la de su segunda esposa, la cantante Marie Recio --a quien ni siquiera menciona en sus Memorias--, algún tiempo después de su fallecimiento ocurrido en 1862, y más tarde, la de su primera esposa Henriette Smithson, cuyos restos trasladó luego de diez años de su muerte. Ambas reposan al lado del ilustre músico en el cementerio de Montmartre, junto a >, como expresa Berlioz en sus Memorias. En ese osario también está enterrado Dumas junto a sus dos esposas, y a unos pasos, el personaje real de su creación literaria: la dama de las camelias. Hace un tiempo, Alejandro Dumas padre, autor de Los Tres Mosqueteros y El Conde de Montecristo, entre otras obras, fue enterrado en el Panteón. Creemos que Francia tiene una deuda de honor con Alejandro Dumas hijo y con Héctor Berlioz: sus restos deberían trasladarse al Panteón de Francia, como muchos lo han solicitado respecto del último en el año de su bicentenario.
Tuvo cuatro grandes amores: Estela Duboeuf, que tenía 18 años cuando él tenía 12; Camille Moke, pianista excepcional que se casó con el fabricante de pianos Pleyel, y sus dos esposas. Buscó a Estela Duboeuf en Lyon y Ginebra cuando esta tenía 78 años y mantuvo con ella conmovedora correspondencia de amor platónico.
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SUS CONTEMPORÁNEOS
A pesar de reconocer que El Barbero de Sevilla era una de las obras musicales más importantes del siglo XIX, le exasperaba el brutal bombo empleado por Rossini y reconocía tener malos sentimientos en relación con su música. Incluso, aplaudió de todo corazón cuando le oyó decir al gran pintor Ingres que la música de Rossini era la de un hombre grosero.
Tenía un gran sentido del humor. Como crítico, se permitía lanzar bromas pesadas difíciles de perdonar. De tres cánticos de Rossini titulados La Fe, la Esperanza y la Caridad, opinó: >. No obstante, él mismo se ríe y nos dice que Handel pretendía que su cocinero era más músico que Gluck, y Rossini, hablando de la música de Weber, decía que le daba cólicos. Se...
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