?La máscara nos permite pensar desde cuándo se hace teatro en el Perú?

Por Miguel Rubio

Fue en Túcume, hace mucho tiempo. Terminada una festividad, Miguel Rubio hablaba con un mascarero cuando un joven danzante se acercó para devolverle al artífice una de sus más hermosas piezas, una máscara de la danza de los diablicos. Cuando intentó comprársela, el hombre lo miró indignado ante tal atrevimiento. ?Imposible?, le dijo: la máscara la había utilizado su padre para bailar por 20 años, y en su lecho de enfermo, le instruyó a su hijo que, al morir, la llevara a la fiesta para que la máscara siguiera bailando.Cada una de las 170 piezas de la colección del director del grupo Yuyachkani expuestas desde hoy en la galería del Centro Cultural Inca Garcilaso tiene su propia historia. Todas han sido adquiridas de los propios danzantes, no en tiendas para turistas. Son máscaras con memoria, fatigadas por una experiencia tan intensa como la que marca su carrera de director teatral. Conservadas por años en su casa, Rubio confiesa que, por temporadas, ha tenido que guardar o esconder algunas cuando las sentía ?muy inquietas?. Jura que hacían ruido de noche. Ahora siente que están felices, acogidas en la prestigiosa sala del Centro Histórico. ?No quería dejar ninguna, todas quieren ser vistas y están hechas para eso?, afirma.Junto a la colección de Rubio, se presenta en el primer piso del Centro Cultural Inca Garcilaso la muestra de fotografías ?Enmascarados?, de Pilar Pedraza, que se inaugura también hoy. ?El ensayo fotográfico de Pilar Pedraza articula una reflexión sobre la máscara (confeccionadas todas por el maestro Edmundo Torres) como un dispositivo transformador del cuerpo y como catalizador de complejas realidades y subjetividades?, señala la antropóloga visual Karen Bernedo. Su función, en un inicio, era dar vida a kusillos, huacones, chinas diablas, pallas y calacas. Sin embargo, en la serie de Pedraza, los enmascarados, en una vuelta de tuerca, animan a personajes concretos, distorsionando así los límites entre la realidad y la representación.Por su parte, el director de los ?yuyas? manifiesta sentirse en un proceso de duelo, de separación de su colección. ?Ya han estado conmigo bastante tiempo. Me gustaría que después de esta muestra, estas máscaras encuentren un lugar definitivo?, afirma.?En tu libro ?Raíces y semillas? señalas que las máscaras no han sido hechas para estar colgadas en una pared. Esta exposición demuestra que es importante contradecirnos a veces.[Ríe] La máscara es el artefacto cultural por...

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