Marca Perú

Hace poco más de un mes, lamentábamos en esta página el secuestro de 16 policías, 12 guardaparques y tres fiscales a manos de casi 200 ronderos en la provincia de Rioja (San Martín), una zona en ebullición debido a las acciones emprendidas por las autoridades para reubicar a casi 250 familias asentadas en medio de un bosque protegido.Advertíamos en aquella ocasión que acciones punibles, como el rapto de funcionarios o la toma de carreteras, se habían consolidado como el lenguaje más eficaz para, contradictoriamente, ?dialogar? con el Estado y buscar la prevalencia de las condiciones de los reclamantes. Y que, incluso si las razones que motivan la protesta fueran legítimas, el recurso a la violencia jamás debía ser tolerado como instrumento de negociación. Como si fuera un déjà vu, la semana pasada tres episodios remarcaron este tóxico hábito y, si bien esta vez no hubo víctimas fatales que lamentar, la motivación tras dichas acciones fue la misma: un razonamiento maquiavélico en el que el atropello de la ley se ?excusa? con tal de obtener la atención de las autoridades.El primero tuvo lugar el lunes 7 de noviembre en el distrito de Chacama, de la provincia cusqueña de Chumbivilcas. Según reportes periodísticos, cientos de personas encabezadas por el Frente Único de Defensa de los Intereses de Chamaca y el Comité de Lucha Antiminera irrumpieron en las instalaciones de la mina Constancia ?propiedad de la canadiense Hud-bay Minerals? para exigir que la empresa cumpla con los acuerdos suscritos en el 2013 (incumplimiento que la minera negó rotundamente) y pedir una revisión del estudio de impacto ambiental del proyecto.La captura del tajo abierto devino en una parálisis de su producción, ante lo cual viajaron a la zona los viceministros de Minas, Guillermo Shinno, y de Orden Interno, Rubén Vargas. Los comuneros desalojaron la mina el jueves 10, aceptando retomar el diálogo no sin antes exigir que no se denuncie a ningún dirigente por la toma, como si la condonación de un ilícito penal (y la invasión violenta de la propiedad privada lo...

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