Las Malvinas, San Jacinto y La 50 captan casi todos los objetos robados en Lima

Por Elizabeth SalazarCada día en Lima y Callao las comisarías reciben 360 denuncias de hurtos y robos, unos 10.800 casos al mes, y eso no incluye a los que prefieren callar (no denuncian). Está claro que los delincuentes se apoderan de celulares, carteras, laptops, joyas, piezas de autos, televisores, vehículos y más para revenderlos; por ello, quien compra o adquiere objetos robados comete el delito de receptación y se convierte en cómplice. Aun así, el Código Penal solo los sanciona con penas de 1 a 3 años. El absurdo en esta cadena delictiva se completa cuando, al analizar las cifras de la Policía Nacional y el Ministerio Público, vemos que mientras 10 mil personas denuncian el robo de sus bienes cada mes, en ese mismo lapso la fiscalía solo recibe 39 expedientes por receptación.La impunidad se concentra en un sector de Las Malvinas (Cercado), San Jacinto (San Luis y El Agustino) y La 50 (Independencia), donde se reciben y venden equipos tecnológicos y partes de autos robados. También están la llamada cachina de San Juan de Miraflores, detrás del mercado Ciudad de Dios, y la feria informal entre Grau y Aviación. Pero, según datos de la PNP, los delincuentes ya no llevan toda su ?mercadería? a estos negocios, pues tienen una nueva modalidad: la venta delivery.?En los robos de casas lo que más sustraen son equipos electrónicos y joyas, y hemos detectado que tras cometer el atraco llaman a sus contactos en tiendas formales y les ofrecen lo que tienen. Es una forma de ?blanquear? lo robado sin exponerse y eso hace que sea más difícil seguir la pista a lo robado?, sostiene el jefe de la División de Robos, comandante Ernesto Gonzales.?Tengo dos ?galletas?? o ?¿Cuánto me das por ?tres libros??? son las jergas que el hampa usa cuando ofrece por teléfono televisores LCD y laptops, respectivamente, pues buscan despistar a la policía. La PNP sospecha que esto ocurre en el Cercado, Breña y La Victoria. Con una labor de inteligencia se podría localizar estos negocios y comprobar si tienen la documentación del producto que venden. Eso es lo que falta. Estos delincuentes no son simples arrebatadores de carteras. Las últimas detenciones realizadas por la PNP han ayudado a conocer que se trata de bandas organizadas que operan en San Isidro, Miraflores, Surco y La Molina. Sus miembros manejan vehículos modernos con placas falsas, buscan equipos electrónicos, joyas y ropas de marca; tienen apariencia de estudiantes para no levantar sospechas y alquilan...

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