Mucho más que ?Mala Mala?

Por Pedro Ortiz Bisso. Periodista

Desde que el furibundo derechazo de Ángela Leyva acabara con 32 años de frustraciones en el vóleibol de menores, la labor de Natalia Málaga no ha sido elogiada; por el contrario, se la ha minimizado al extremo.

Los cientos de horas dedicados al seleccionado en las canchas de entrenamiento, partidos de práctica, su casa o sus momentos libres, han sido reducidos a la retahíla de carajos y demás lindezas que suele regalar en cada partido. ¿Es solo eso la querida ?Doña Bárbara?? Por supuesto que no.

Hagamos una prueba: dele una pelota de básquetbol a su hijo y pídale que enceste como Kobe Bryant. Así lo llene de maldiciones de todo calibre, no va a poder acercarse ni un milímetro al estilo de juego del genial basquetbolista de Los Ángeles Lakers. ¿Otro ejemplo? Ahora entréguele una pelota de fútbol y exíjale, mil lisuras de por medio, que repita el gol de chalaca que marcó el sueco Ibrahimovic a los ingleses hace dos semanas. Lo único que conseguirá es que su hijo odie al fútbol con todas sus fuerzas y no vuelva a jugar con usted nunca más.

Los ejemplos pueden sonar extremos, pero tienen un motivo: Perú no ha vuelto a coronarse campeón sudamericano de vóley por el calibre ?ni los decibeles? del verbo florido de nuestra apreciada ?Mala Mala?. Es el mejor porque cuenta con un grupo de chiquillas talentosas, técnicamente dotadas, de buen tamaño (seis de ellas sobrepasan el 1,80 m de estatura) y gran estado físico. Y posee, además, un cuerpo técnico que supo potenciar sus virtudes, disimular sus carencias y enfrentar sin miedos a un equipo que, en el papel, asomaba como favorito.

¿Los...

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