Lima, tan lejos y tan cerca de un sueño

Por Jorge Ruiz de Somocurcio. Arquitecto y urbanistaMañana se celebra un aniversario más de la fundación española de Lima. Esta ocasión es una parada obligatoria para hacer un acto de contrición y propósito de enmienda. También para renovar sueños de Lima y nuestra gratitud al cacique Taulichusco, último gobernante nativo.Soñemos que ya han transcurrido unos 10 años y que los alcaldes y el Gobierno Central han trabajado bajo una visión de desarrollo sostenido.Pensemos entonces que una joven vecina de Carabayllo, que vive en los cerros, baja en una escalera eléctrica hasta un punto donde tomará el Metropolitano para ir a su centro de trabajo, que queda en el Centro Histórico recuperado, peatonal, con ofertas de empleo, turismo, gastronomía y cultura. Trabaja en un museo.Desde el otro lado de la ciudad, a la misma hora, un poblador de Villa María del Triunfo toma el tren hacia Gamarra. Se dirige al centro financiero cultural y de negocios que hoy existe ahí, donde estaba La Parada. Él estudia y trabaja en el complejo. Al frente, el cerro San Cosme luce recuperado. Es una zona segura.Un vecino de Ate sale de su departamento, frente a un río Rímac descontaminado y con parques en el borde ribereño. Toma el tren en la Plaza de Ate hacia el Callao y, con el mismo boleto, sube al Metropolitano para ir a un complejo ?como Larcomar? al final de la Av. Brasil. Trabaja en el Acuario que está en la plataforma inferior.Los fines de semana, si es invierno, los limeños de Lima norte, este y sur van a los grandes parques lineales de los ríos Chillón, Rímac y Lurín; acampan ahí, visitan las...

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