Lima: retrato de una ciudad diversa y creativa

Por Javier Lizarzaburu

Retratar esta ciudad no es cosa fácil porque, ¿qué es Lima? O, ¿qué queremos que represente? Una ciudad se retrata por muchas razones: para proyectar una imagen, para describir una identidad o para mantener viva su memoria.

¿Pero cuál es la memoria de Lima? o ¿dónde empieza? Nuestro imaginario de ciudad nos dice que esta empieza con su fundación española. De modo que nuestro referente más antiguo suele ser la Lima colonial. No tenemos una narrativa que nos diga, por ejemplo, que fueron limeños antiguos los que levantaron su primera arquitectura monumental unos 4.000 años atrás, y que desde entonces no hemos dejado de construir. Estos son elementos que dan pie a una manera de retratar y entender la ciudad.

Según el hispanista Richard Kagan, a lo largo del tiempo las autoridades han usado la representación de su ciudad con distintos fines. ?Eran unas imágenes idealizadas, en las que se quitaba la mendicidad, la pobreza y se aumentaba el tamaño del mapa. El mensaje era convencer a los habitantes que estaban viviendo en la ciudad ideal?, señala este académico estadounidense.

De este modo, las ciudades del pasado adquirían poder y prestigio y, según explica Kagan, esta actitud sigue vigente. Las oficinas de turismo, por ejemplo, hacen exactamente lo mismo: proyectar la imagen de una ciudad limpia, atractiva y libre de delincuencia.

Al representar Lima muchas veces existe esa actitud. Ya sea como ciudadanos o como medios de comunicación, hay una tendencia a negar lo que somos hoy, o a vivir con la nostalgia de esa ciudad colonial que ya no existe.

Pero la abundancia de medios e Internet nos recuerdan a cada momento lo que somos. Hoy resulta imposible esconder los pedazos de ciudad que no queremos ver, y en Lima ya no existen las certezas que existían hasta hace solo 30 años.

LOS ESTEREOTIPOSEl estereotipo de la época decía que en Miraflores vivían los blancos, en Comas las empleadas y que el Centro Histórico había sido invadido por ambulantes. En ese contexto retratar la ciudad no era un desafío. Para esa Lima memoria e identidad habían nacido en 1535.

Después todo cambió. La capital pasó a convertirse en una ciudad de conflictos, y en el camino nos acostumbramos a una visión de una urbe agobiada por sus problemas.

Ver a masas de migrantes que llegaban por todas partes, que bajaban por los cerros, o que subían a ellos y los hacían suyos, seguramente creó una mentalidad de pueblo sitiado.

Se llegó a ver al otro como el...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR