Lima tiene nombre de mujer.

CargoPODER Y SOCIEDAD

[ILUSTRACIÓN OMITIR]

[ILUSTRACIÓN OMITIR]

Lourdes

Parece increíble, pero la imagen clásica de la chica chancona no es la que Lourdes Flores ha mostrado en los últimos cinco años. Después de su derrota en las elecciones del 2006, en las que no pudo pasar a la segunda vuelta, en lugar de dedicarse a estudiar y a forjarse como figura presidencial, Lourdes trabajó como rectora en la Universidad San Ignacio de Loyola, cargo que a todas luces es más administrativo que académico. Lourdes ha tenido todas las posibilidades para convertirse en una figura política de carácter regional: una estadista, una mujer que conoce de los avatares de la economía, que se forja en temas claves como la violencia, el narcotráfico, los derechos humanos; una Bachelet local.

En cambio, tuvo la mala idea de asesorar a César Cataño, procesado por el presunto delito de lavado de activos, alguien a quien nunca debió acercarse si es que pretendía la presidencia o la alcaldía de Lima. Cualquier político con su experiencia sabría que durante la campaña esos trapitos se ventilarían. Pero ella puso sus manos al fuego por Cataño y ahora paga su error.

Lourdes Flores ha flojeado y creyó que lanzándose como candidata a alcaldesa, el camino sería fácil. Ha pecado de vanidosa. Ha pensado que galoparía sola, sin rivales, sin reconocer que muchos ciudadanos votarían por ella solamente por no votar por Alex Kouri. Jamás imaginó que una candidata como Susana Villarán la pondría en serios aprietos. Lourdes Flores se siente incómoda en esta campaña, tanto que ha confesado en una conversación "chuponeada" que esta campaña le llega al poto. Cuando habla, cuando es entrevistada, cuando polemiza en los debates, tiene un tono presidencial, de voz alta, no necesariamente municipal. Los temas de vialidad, de seguridad ciudadana, le parecen poca cosa. Ella quiso ser presidenta. Hizo el trayecto al revés: de Palacio de Gobierno a la Municipalidad de Lima, en la misma plaza, pero no es lo mismo.

Por esa razón es que el tema del "chuponeo", en los últimos quince días de la campaña, le cae de perilla, porque la coloca en primera plana, la vuelve a lanzar, la obliga a demostrar su temple de lucha, aunque seguramente está convencida de que no va a ganar. Lourdes Flores da manotazos de ahogada. Invoca a una mafia montesinista, jamás fujimontesinista, porque para ella, y para los que la respaldan, Fujimori es el bueno y Montesinos es el malo. Se rasga las vestiduras. Pero la verdad sea dicha: en los...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR