Libertad condicional

Por Pedro Canelo

Minuto 70 del partido. Ross esperaba un pase de Calcaterra y se molesta. El número ‘24’ grita su indignación. El jugador más peligroso de Cristal pedía más de velocidad al ataque. De tanto toque previsible, el once celeste parecía preso de sus propios errores ayer en el Nacional, ante el Libertad. Hasta que Sheput escuchó por fin a Ross, le pasó la pelota y este, con sutileza, dejó que Ávila anotara el 1-1 y pagara la fianza para sacar al Sporting de prisión. Pero el equipo bajopontino aún tiene deuda. La Libertad en la Libertadores por ahora es condicional.

Si bien Ávila selló el empate para seguir respirando, aún Cristal es un paciente de urgencia permanente. No es dramático empatar con el aguerrido Libertad pero sí deja la sensación de que si no hay mejora, la clasificación acabará en una triste utopía. Libertad se defendió bien, incluso tuvo tiempo y espacio para develar las debilidades defensivas de los celestes. Así, de contragolpe, Romero se adelantó sin oponentes para servirle al goleador Velásquez. Silencio en el coloso de José Díaz. Otra vez parecía que Libertad condenaría a un equipo peruano a la cárcel de los desplazados.

El primer tiempo fue controlado sin sobresaltos por los âgumarelosâ. Cristal fue impreciso; con Sheput inconsistente y Rengifo invisible. Lobatón, recién recuperado de una lesión, solo pudo acompañar a Cazulo en los primeros 60â. No había reacción rimense y Mosquera recién se jugó todas sus cartas después del 1-0 en contra. Nunca como ayer, pesó...

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