Kepler, una búsqueda más allá de la Tierra

Por tomás unger

Desde la antigüedad se ha especulado sobre si existe vida en alguna otra parte del universo. Una vez conocido el sistema solar y las órbitas planetarias, los astrónomos comenzaron a especular si había planetas alrededor de otras estrellas.Dada la proporción de tamaño entre planetas y estrellas, con los telescopios del siglo XIX no podía esperarse ver un exoplaneta (planeta fuera del sistema solar), ya sea directa o indirectamente. En el siglo XX, además de los nuevos telescopios cada vez más potentes, se idearon varias maneras de detectar la presencia de un planeta de manera indirecta.?Luz y gravedad?La presencia de un exoplaneta, aunque no es posible observarlo directamente, se puede determinar por su efecto gravitacional sobre la estrella que orbita. Otra manera es por la variación de la luminosidad de la estrella cuando la cruza el planeta. Todo esto requiere instrumentos muy sensibles y largos períodos de observación.Así, la primera detección científica de un exoplaneta se dio en 1988. Se trataba de un cuerpo celeste que orbitaba una estrella a unos 45 años luz. Su hallazgo se confirmó en 1992. De ahí en adelante, estos métodos fueron usados por diversos observatorios. Para el comienzo del nuevo milenio, cuando ya se habían ubicado varias decenas de exoplanetas, la NASA decidió que esta búsqueda no se haría solo desde la Tierra.?Kepler?Como parte de un programa de bajo costo dedicado puramente a las misiones científicas, la NASA propuso el programa Kepler, que recientemente ha finalizado. Se trataba de una misión que costaría uno 600 millones de dólares, incluidos los 3,5 años de operación. En el 2012, esta agencia espacial anunció que aquella misión, bautizada Kepler, ya tenía financiación. El nombre fue puesto en honor al astrónomo y matemático alemán Johannes Kepler (1571- 1630), que puso la base astronómica para la gravedad de Isaac Newton.La misión Kepler consistía en un satélite que orbitaba el Sol a unos 150 millones de kilómetros detrás de la Tierra ?la misma distancia que hay de nuestro planeta al Sol?.Se trataba de un satélite de 4,7 metros de largo y 2,7 metros de diámetro, con una carga útil de 480 kilos. Esta máquina no giraba como la Tierra, sino que apuntaba siempre a un lado, con los paneles hacia el Sol, donde es siempre de día. El lado opuesto, con su único teles-copio supersensible a la luz, miraba hacia donde siempre es de noche.?El año largo?Kepler daría la vuelta al Sol en 372,5 días, con lo cual...

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