Keiko Fujimori y una ruta suicida

Por Analista político

Tal parece que la única promesa que cumplirá Keiko Fujimori (de todas las que formuló durante la campaña del 2016) es aquella en la que aseguró que ?ningún candidato de apellido Fujimori? participaría en las elecciones del 2021. Se trata de una lectura realista, aunque no definitiva, de lo que podría ocurrirle a la lideresa de la principal fuerza de oposición política si analizamos cómo evoluciona su situación en el Poder Judicial. Tanto el Caso Cocteles como el presunto financiamiento irregular de su campaña por parte de Odebrecht aún se encuentran en su etapa inicial, por lo que no se puede concluir cuál será su desenlace legal. Sin embargo, políticamente sí hay efectos que comprometerían seriamente sus posibilidades de llegar al poder.En ese sentido, la confesión de Jorge Yoshiyama Sasaki admitiendo que orquestó a pedido de su tío Jaime un esquema de ?pitufeo? para disfrazar aportes irregulares y consignar falsos donantes ?por varios cientos de miles de dólares, cuando menos? es un potentísimo misil contra la línea de flotación política de Fuerza Popular (FP). Legalmente, el fiscal tendrá la enorme tarea de demostrar que hubo delito de lavado de activos ?lo que algunos juristas consideran que no se logrará establecer con certeza? y que la línea de ?lavado? operó con el auspicio de la propia candidata. El fujimorismo insiste en que Keiko ignoraba todo aquello. El problema es que políticamente esa podría ser una ruta de defensa suicida. Y por varias razones, veamos:Primero, porque Jaime Yoshiyama era candidato a la...

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