¿Justicia o abuso?

Por Ex presidente de la RepúblicaHoy se cumplen ocho meses desde que se iniciara la prisión preventiva sobre Nadine y yo. No estamos investigados por temas de corrupción ni entrega de coimas. Ninguna obra del gobierno nacionalista ha sido manchada por el Caso Lava Jato. Hemos sido minuciosamente investigados, porque así debe suceder al término de cada gobierno. Mi esposa y yo somos investigados, desde hace más de tres años, por un supuesto aporte de campaña que nosotros hemos negado. Soy consciente que hoy todos niegan haber recibido aportes económicos de Odebrecht, están en su derecho, pero para eso las investigaciones y un debido proceso deberían poner cada cosa en su lugar. Con cada declaración, la tesis de la fiscalía se debilita aún más. Sin embargo, somos los únicos que cumplimos una prisión preventiva abusiva y arbitraria. Hoy cumplimos ocho meses en prisión sin que nada nos haga merecer una acusación.Es claro que se ha generado una opinión negativa entre la población, y que Jorge Barata, que lucró en contra de los intereses nacionales, hoy goza de una gran credibilidad. No obstante, hay gruesas incoherencias en lo que ha dicho sobre nosotros. Se ha confirmado que el representante de Odebrecht, y la misma empresa en el Perú, me vieron como una amenaza a sus intereses ideológicos y corporativos. Su representante afirma, sin pruebas, que aportó a mi campaña; pero el principal gremio empresarial peruano ha señalado que todos conspiraron contra mí. Nunca fui su candidato y nunca apostaron por nuestra propuesta. Para disimular que hayan financiado una contracampaña y apoyado a la candidata Fujimori, involucran al Partido de los Trabajadores de Brasil señalando que el aporte al nacionalismo fue por su indicación, minimizando de paso su responsabilidad empresarial.Desde hace más de un año, Jorge Barata lanzó esta acusación, escondiendo tras su ?revelación? a quienes sí festinaron con el dinero del Estado y protegiendo a quienes siempre le tendieron la mano. El interés por mi caso le ha servido a los representantes de Odebrecht en el Perú para obtener los beneficios que no han conseguido ni siquiera en Brasil: libertad incondicional para todos los funcionarios que trabajaron en el Perú, la libre disposición de su patrimonio, y una patente de corso para no ser incriminados penalmente por lo que digan. Sin embargo, no midieron que las investigaciones de diferentes fiscales y periodistas los llevarían, irremediablemente, a delatar a sus amigos...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR