A jugar en serio por Lima

Por Jorge Ruiz de Somocurcio. Arquitecto y urbanistaLas ciudades, como los países, compiten entre sí. Para atraer inversiones, turismo, posicionarse con identidad en un mundo globalizado, resistir las crisis, aprovechar oportunidades y espectáculos.Lima acaba de ser elegida sede de los XVIII Juegos Panamericanos del 2019 y todo el país y la capital saltan en una pata. Las primeras cifras hablan de 41 países participantes, casi 6.000 deportistas, US$720 millones de inversión pública en su organización y US$125 millones en ingresos.Y el tema central es entender que los Juegos son un medio y no un fin para mejorar y reposicionar Lima. No se trata de ?reinventar la ciudad?, sino de reencontrar la ciudad con sus potencialidades. Los Juegos son el mejor pretexto para hacer ciudad. Al año 2019 deberían estar funcionando las líneas 1 y 2 del metro, los corredores, y la prolongación de la Vía Expresa hasta Lima Sur y la Costa Verde desde Chorrillos hasta La Punta con seis carriles. La mayoría de deportes se realizará en instalaciones preexistentes, mejoradas o remodeladas. Una de las instalaciones ícono será la Villa Panamericana, residencia de casi 10.000 personas instaladas en 60 edificios de 144 departamentos cada uno que, una vez terminados los Juegos, será una ciudadela que puede albergar unas 50.000 personas y marcar una pauta residencial en Lima. Su ubicación es clave. Una opción es en el Callao, pero si la vía Costanera-Costa Verde no está terminada, el conjunto residencial será un gueto aislado de los servicios metropolitanos. El hospital Larco Herrera es otra opción, pero tiene edificaciones históricas y las únicas vías de integración son la avenida...

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