¿El juez no tuvo tiempo?

Por Carlos Univazo. PeriodistaConfesaré que quienes creímos que a Brasil le bastaría con ayuda extradeportiva para ganar el Mundial, erramos. No le hubiera alcanzado ni con los árbitros cabeceando los córneres. Digo más: ni la ayuda divina le servía. Es curioso, el Scratch era un equipo mamarrachento con la chapa de candidato, una amorfa contradicción que quienes la defendimos en el fondo nunca nos la pudimos explicar. Es como si supiéramos que Roberto Martínez se presenta a un concurso de baile y juráramos que lo va a ganar.En el Mineirao todo fue tan rápido que aun si el juez hubiese querido ?moverse? para equilibrar las cosas, ni tiempo le dio la hemorragia de goles germanos, venían uno tras otro apenas empezado todo. Hasta anular un par era por gusto, ni tres Nishimuras arreglaban la cosa. Eso no se resolvía con un penal mal cobrado, no. Mínimo había que echar a tres alemanes de arranque aduciendo sudoración excesiva o chimpunes mal lustrados. La diferencia entre ellos y los brasileños existía, pero a priori parecía manejable. Al final resultó delictiva, una violación. ¿Y la frase: ?La mejor manera de respetar a un rival es hacerle todos los goles...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR