Otra de Jaimito

Por Alfredo Bullard. AbogadoComo las colecciones de chistes de Jaimito, debería haber una colección de normas de Jaimito. Es más, sugiero crear un premio a la norma más absurda. El premio se llamaría Otra de Jaimito.Aquí algunas candidatas. Florida: se prohibió que las mujeres salten en paracaídas el domingo. Halethorpe, Maryland: prohibido besarse en público por más de un segundo. Chicago: no se puede pescar en pijama. Carrizozo, Nuevo México: no está permitido que una mujer salga a la calle sin afeitarse. Waterloo, Nebraska: un peluquero no puede comer cebollas entre las 7 a.m. y las 7 p.m. North Dakota: una persona no puede dormir con los zapatos puestos. Saco: se prohibió que las mujeres se pongan sombreros que puedan asustar a los niños o a los animales. International Falls, Minessota: no se permite que los perros persigan a los gatos. Victoria, Australia: se prohíbe que una persona que no sea electricista cambie un foco quemado. En Francia es ilegal bautizar con el nombre de Napoleón a un cerdo. Israel impide meterse el dedo en la nariz el día sábado. En Dinamarca, no se permite arrancar un vehículo sin revisar previamente si hay niños debajo.Pueden parecer graciosas, pero indigna que los impuestos de los ciudadanos se gasten en crear y hacer cumplir normas tan absurdas.Pasemos a algunos ejemplos peruanos, menos chistosos y anecdóticos, que esconden consecuencias más trágicas.La llamada ?ley de la comida chatarra? (que en realidad debería llamarse ?ley chatarra sobre la comida?) es una creación normativa que solo puede provenir o de una mente confundida o de una malintencionada.Por ejemplo, entre los engendros que trae, prohíbe que en una publicidad un padre pueda mostrar sentimientos de afecto hacia su hijo por la adquisición de un chocolate o una gaseosa. Se ha prohibido un abracito. La sonrisa Coca-Cola ahora sería ilegal. Los padres están condenados a aparecer con cara de tranca o con ceño fruncido si el anunciante no quiere correr el riesgo de que Indecopi lo multe. Si no me cree, lea el inciso h del artículo 8.En otra idea...

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