La izquierda que nunca fue

Por Doctor en Ciencia Política

Estamos cerca de cumplir un año desde que Pedro Castillo y Perú Libre llegaron al gobierno. Es innegable que la elección democrática de un Gobierno con un discurso de izquierda marcó un hito importante en nuestra historia política moderna. Durante la campaña, Castillo y Perú Libre prometieron conectar con los millones de peruanos que fueron dejados de lado por el crecimiento económico, esos sectores que sufrieron más que el resto los estragos y golpes de la pandemia del COVID-19.La pandemia hizo más evidente que nuestro crecimiento económico de las últimas décadas se distribuyó de manera muy desigual entre los ciudadanos. Los gobiernos anteriores no aprovecharon los ciclos económicos positivos para modernizar y fortalecer los servicios estatales como educación, salud, transporte, etc. La oportunidad del crecimiento económico fue desperdiciada por nuestra élite política enfocada en repartijas de poder y, en algunos casos, aprovecharon su posición para enriquecerse. Por su lado, la élite económica usó su nivel de influencia para remover obstáculos como regulaciones laborales o ambientales, o cometer abusos de manera impune. En ese contexto, una candidatura de izquierda que prometía quebrar ese círculo vicioso de codependencia y aprovechamiento fue atractiva, sobre todo en una elección fragmentada con pésimas opciones que no conectaron con la ciudadanía. Pedro Castillo con Perú Libre, para un sector de la población,era una opción expectante.Sin embargo, en menos de un año de gobierno, la gestión de Pedro Castillo y el accionar de Perú Libre ha sido, por decir lo menos, decepcionante. Pedro Castillo hace lo mismo que prometió acabar: usa los recursos del Gobierno para beneficiar a sus allegados. Castillo y Cerrón entregan cargos importantes a personas cuyo único mérito es estar cerca de ellos, lo mismo sobre lo que siempre se quejaron. La corrupción que solían achacarle a todos los gobiernos anteriores es también una marca y constante en este Gobierno. La falta de transparencia del Ejecutivo no hace sino dar sustento a todas las acusaciones hechas. En este año, queda claro que Castillo y compañía han demostrado tener poca idea de cómo deben gobernar.En un país tan desigual como el nuestro, un Estado eficiente y fuerte es esencial para nivelar la cancha. Necesitamos un Estado que asegure que los ciudadanos y ciudadanas tengan oportunidades para desarrollarse sin depender de la situación económica u origen de los...

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