Izquierda peruana: una crisis persistente.

AutorZapata, Antonio
CargoPODER Y SOCIEDAD

[ILUSTRACIÓN OMITIR]

Veinte años atrás, en el Perú se encontraba tanto una mortífera guerrilla como la única izquierda legal de América Latina con posibilidades de llegar al gobierno. Pasado un lapso, ambas desaparecieron sin dejar rastro ni dar muestra alguna de recuperación. ¿Qué ha ocurrido? ¿Cómo se derrumbaron las izquierdas en el país? ¿Tienen alguna posibilidad de volver a la vida?

Tres fueron las causas de este penoso resultado. En primer lugar, izquierda legal y guerrilla eran incompatibles, y ambas se anularon. A continuación, la incapacidad crónica para formar un partido viable y la perpetua fragmentación en grupos rivales. También encontramos una tercera causa menos visible: la cuestión del asistencialismo.

Las izquierdas fueron ambiguas frente a la violencia armada. Había un parentesco ideológico con los grupos insurrectos que impedía ver claro. Al comienzo no queríamos creer en los horrores. De acuerdo con nuestra forma de concebir las cosas, las únicas criminales eran las fuerzas del orden. Un grupo revolucionario no podía ser asesino. Parecía un contrasentido. Así, por ejemplo, las izquierdas atribuimos los muertos de Uchuracchay a militares infiltrados. En nuestra idea, ni revolucionarios ni campesinos podían matarse entre sí. Pensábamos que el responsable debía ser una fuerza externa.

Por su parte, Sendero Luminoso (SL) fue particularmente duro y era explícito su desprecio por la Izquierda Unida (IU). Recién comenzando su aventura sanguinaria, asesinaron a varios alcaldes IU en el interior rural. Luego mataron a muchos dirigentes y espantaron a los demás. Si la estructura de cuadros de IU se quebró, en buena medida se debió a la acción criminal de Sendero. Por ejemplo, el asesinato de María Elena Moyano en Villa El Salvador eliminó a la principal lideresa izquierdista en barriadas de Lima y además dispersó al núcleo de militantes izquierdistas del cono sur de la capital. Sendero logró batir los espacios locales y desmantelar las redes izquierdistas.

Pero la diferenciación de IU con el MRTA no fue tan clara. Para empezar, su guerra empezó después, cuando el país se estaba militarizando en forma acelerada. En ese contexto, algunos dirigentes de izquierda aspiraban a una fuerza militar propia, aunque sea como defensa del grupo político. Así el MRTA fue visto como una guerrilla amiga, en oposición a SL, que liquidaba izquierdistas con regularidad.

Tiempo después, acabó evidenciándose que el MRTA secuestraba civiles y los...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR