El Estado Islámico: la amenaza continúa

Por HASHIM AL HASHIMIExperto en el EI y asesor de inteligencia del Gobierno Iraquí

Un lustro después de autoproclamarse califa del Estado Islámico (EI) desde la Gran Mezquita de Al Nuri de Mosul, Abu Bakr al Bagdadi reapareció a fines de abril en un video de fabricación casera. Una reivindicación de su figura ?tras una prolongada ausencia? que ha recordado la inquietante supervivencia de la organización yihadista y su alargada sombra.?El líder del EI y sus allegados consideraron que era importante demostrar que los autores de los últimos ataques en Sri Lanka y Arabia Saudí habían jurado lealtad a un terrorista vivo?, señala a El Comercio Michael Smith, analista experto en terrorismo de la universidad estadounidense Johns Hopkins. Visiblemente desmejorado y con luenga barba canosa, Al Bagdadi discute en el video con un grupo de militantes acompañado por un fusil Kalashnikov, un guiño a las apariciones del extinto Osama bin Laden, fundador de Al Qaeda e ícono de la yihad global.Superviviente de varios bombardeos que mermaron la cúpula del EI, Al Bagdadi administra hoy un legado que trata de adaptarse a la sucesión de derrotas militares que desvanecieron su control territorial en Siria e Iraq. Sigue siendo el hombre más perseguido por las agencias de inteligencia de todo el mundo. Por su cabeza, el Departamento de Estado de EE.UU. ofrece una recompensa de 25 millones de dólares.Desde su escondrijo, gestiona una organización cuyo cuartel general sigue instalado en Siria e Iraq, donde nació. En esos dos países, el grupo terrorista llegó a tener 19 ?wilayas? (provincias), hoy reducidas a dos: Wilayat al Sham (Siria) y Wilayat al Iraq (Iraq). Su actividad insurgente está en auge, con una escalada de los ataques en ciudades claves como Raqqa, Mosul o Faluya y áreas del norte de Siria y el Kurdistán iraquí. El jueves último, dos ataques ?con horas de diferencia? sembraron el miedo en Mosul y Bagdad.?Una telaraña mundial ?El proyecto de estado del EI ha quedado enterrado. Hace cinco años administraba una suerte de protoestado de un millón de habitantes, manejaba ingresos anuales que superaban los US$1.000 millones y poseía un temido ejército con sofisticado armamento. Eso ya no existe, pero sí estableció una fuerza global de insurgencia distribuida en una red de ?provincias internacionales?, creadas a partir de la adhesión de grupos yihadistas locales o la deserción de individuos de grupos rivales como Al Qaeda.Lo de hoy es una telaraña con presencia...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR