El inversionista petrolero

Por Periodista

Petro-Perú ha vuelto a recurrir al gobierno. Pide un ?aporte de capital? de S/5.573 millones, es decir, aproximadamente, US$1.500 millones. Quien pide y pide poco es un loco. Petro-Perú pide, además, otras formas de apoyo financiero.En el 2022, la empresa estatal pidió un préstamo de US$750 millones. Pide, ahora, ?capitalizarlos?; es decir, no pagarlos. Solicita, además, seguir con la aplicación de la facilidad de documentos cancelatorios hasta por S/500 millones (unos US$135 millones), hasta el 2025.Petro-Perú pide, además de todo eso, una garantía de línea de crédito de US$1.000 millones. La garantía no es dinero, pero significa un compromiso económico del Tesoro Público y, en última instancia, del gobierno.La garantía de una línea de crédito permite hacer posible y más barato un crédito. La garantía también tiene un costo: debo dejar de usar el equivalente o un alto porcentaje de ese monto, para responder en caso de que sea necesario.Si no fuera así, el Estado podría dar garantías para líneas de crédito para producir cobre, exportar arándanos o invertir en gastronomía en el extranjero. ¿Por qué tenemos que dar garantías al negocio petrolero?En mayo del 2022, la petrolera obtuvo un préstamo de US$750 millones. Se dijo entonces, como ahora, que era para evitar un desabastecimiento de combustible. ¿Y por qué sucedería eso? ¡Pues porque Petro-Perú no cumplía sus metas!Hasta el año pasado la deuda de Petro-Perú, por la nueva refinería de Talara, se acercaba a los US$5.000 millones. Con los préstamos de este año, la deuda ya pasará los US$6.000 millones.¿Por qué el Estado Peruano se ha convertido en un inversionista en petróleo y refinación...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR