Intimidad de siempre

Por Elkin SoteloSon tiempos en que Alianza Lima lo es todo. Solo existe el evangelio según Sanguinetti y lo que viene detrás pareciera inmaduro, torpe, ínfimo. A la ?U? lo desapareció en el resumen global. Fue implacable con el momento aunque el 2-1 refiera cierta lucha en las acciones. Pero no. Alianza controló casi en su totalidad el clásico y para lo que viene deberá sostener el espíritu ganador. Y la ?U?, remontar la crisis futbolística. Es el grito de una hinchada y la súplica de otra.En ningún partido de corte clásico el equipo blanquiazul ha sucumbido. Ni con Cristal ni Universitario ni Juan Aurich, por citar a los más pintados. A todos les ganó en su misma versión 2014, con empuje y corazón. Jugando serio, sin risitas. A los gritos más que con verso. La firma es con indeleble.Sanguinetti combate la flojera y casi la ha controlado en un 85%. Presiona en todos los sectores cuando no tiene el balón y no subestima ni cuando el rival presenta a debutantes. La ?U? mostró falta de experiencia y eso se tradujo en el mejor manejo de las situaciones por Alianza. La pelota parada

Aguirre se dio un banquete con el joven Joaquín Aguirre, pero también se estrelló con sus propias carencias a la hora de definir. El peligro siempre estuvo en la zona crema, pero Alianza solo fue capaz de resolver con su conocido argumento de balón parado.El primero fue una conversación...

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