¿Sin fiscalización en inteligencia?

Por Andrés Gómez de la Torre Rotta (*)El Servicio de Inteligencia Nacional (SINA) fue creado en 1960 por el presidente Manuel Prado, sobre la base de dos escuetos decretos supremos. Luego, el gobierno revolucionario de las Fuerzas Armadas (1968-1980) hizo poco en materia institucional del sector. Así llegamos a la reforma del segundo gobierno del presidente Fernando Belaunde, quien en diciembre de 1983 solicitó al Congreso facultades legislativas específicas para enfrentar a Sendero Luminoso y otras organizaciones terroristas. En ese sentido se promulgaron, en enero de 1984, los decretos legislativos 270 y 271, que regulaban e intentaban mejorar la estructura y coordinación del sistema de inteligencia y su órgano rector, el Servicio de Inteligencia Nacional (SIN).En 1991 y 1992, el SIN fue radicalmente reconvertido en un férreo órgano central y vertical a través del transitorio Decreto Legislativo 746 y luego por el Decreto Ley 25635. En general, la redacción de casi todas estas normas de inteligencia fue lacónica hasta el 2001, cuando por primera vez el Congreso de la República legisló sobre inteligencia. De allí nacen, sucesivamente, la Ley 27479 del Consejo Nacional de Inteligencia (que no fue promulgada por el Ejecutivo y cuyo reglamento nunca se elaboró), y la Ley 28664 de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINI) del 2006. El actual gobierno derogó esta última norma en diciembre pasado, a través del Decreto Legislativo 1141 de fortalecimiento del sistema de inteligencia y de la DINI, hoy vigente (pero que aún no cuenta con reglamento). Trajinada es la historia reciente de la inteligencia nacional. Prueba contemporánea de ello es haber tenido 11 jefes de inteligencia y tres leyes consecutivas desde el 2000. Ello genera en la sociedad una explicable desconfianza y resquemor de todo lo que sea inteligencia, dado su más que obvio subempleo en la década de 1990.Con el retorno a la democracia a fines del 2000, y tras la estrepitosa caída del SIN, el establecimiento de controles públicos a la actividad de inteligencia en el país fue progresivo. Ante este descalabrado escenario, se pudo avanzar, a la par con la región sudamericana, en la ruta de mecanismos de control externo de inteligencia, que incluyen las siguientes subcategorías: a) Control parlamentario, en nuestro caso...

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