Inspectores contra ?piratas?

Por óscar paz campuzanoPara ser inspector en Lima hay que medir mínimo 1,65 metros. Y es posible que Piero Garay haya entendido mejor esta exigencia de la Gerencia de Transporte Urbano (GTU) hace una semana, cuando a golpes el chofer de un taxi colectivo (prohibidos de circular) intentó evitar la sanción en la Av. Garcilaso de la Vega. El joven inspector de 25 años que estudia contabilidad iba dentro del vehículo fiscalizado, camino a la comisaría, cuando tuvo que abrazar al chofer para contener los puños. Entonces, sintió la retahíla de cabezazos estrellándole en el rostro.Desde el 2015, más de 110 inspectores que hacen lo que pueden para poner un poco de orden en medio de tanto caos han sido agredidos por choferes en falta. Y la frecuencia de estos ataques va en aumento: dos inspectoras fueron atropelladas y otro agente recibió una salvaje golpiza con una vara metálica en los últimos 15 días. El irrespeto a la autoridad municipal está tomando dimensiones criminales.Con la eliminación del 24y#215;24, ya no hay 90 sino 36 policías para acompañar a los 140 inspectores en las labores diarias de fiscalización. ?Hay grupos operativos que ahora salen solos, sin compañía de la policía?, critica Eduardo Osterling, subgerente de fiscalización de la GTU. Él mismo, en octubre del 2015, sintió el puño de un hombre enardecido durante un paro de transportistas. Las pistas de la capital son un terreno cada vez más accidentado y peligroso.?Cambio de planes?Con menos policías y enfrentándose a conductores avezados, la GTU ha afinado la estrategia. Ahora, tienen agentes encubiertos en los vehículos y en las zonas de intervención. También se están empleando barras metálicas con púas para que las unidades piratas no se fuguen. El 5 de mayo ?el mismo día que Piero Garay fue agredido? quedó registrada en imágenes la maniobra evasiva de un conductor para evitar que su coaster, de placa A5H-777, vaya al depósito. Eso significaba decirle adiós a su unidad: para recuperarla el propietario necesitaría pagar los casi S/300 mil en deudas por papeletas; las más graves, por prestar servicio público sin autorización y conducir en estado de ebriedad.?Las ironías de una agente?Milagros Zapata se hizo inspectora hace dos años. Tiene tres hijos, vive en Villa El Salvador y cree ser una mujer con temperamento. La primera vez que recibió un insulto le dolió tanto en el honor que se quitó el chaleco amarillo e increpó al cobrador de la unidad a la que había puesto una...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR