El ?insider?

El repentino repunte de César Acuña en las encuestas y la circunstancia de que haya desplazado en algunas a Alan García del tercer lugar han desatado comentarios y teorías en el sentido de que podría tratarse de la sorpresa de las elecciones del próximo año y el ?outsider? que cuestionará desde su posición marginal el ?establishment? de la política peruana, con buenas opciones de hacerse con el triunfo.La verdad, sin embargo, es que se trata de especulaciones un poco descaminadas. Para empezar, ningún evento que se vislumbre como posible con cinco meses de anticipación califica para ser considerado sorpresa; y, por otra parte, el perfil del candidato de Alianza para el Progreso (APP) presenta algunos inconvenientes para calzar dentro de la figura del recién llegado a la política, con usos y costumbres que contrasten con los de los viejos conocidos de la contienda por el poder en el país.De hecho, su primera incursión en la arena política se remonta a 1990, 25 años atrás, cuando fue candidato al Congreso por Izquierda Unida. No logró en aquella oportunidad un escaño, pero lo haría en el 2000 de la mano de Solidaridad Nacional. Sería elegido para ese mismo cargo al año siguiente y lo intentaría una vez más ?aunque sin éxito? en el 2006.Ante esta derrota, Acuña prueba suerte ese año con la Alcaldía de Trujillo y gana las elecciones. Es reelecto en el 2010 y luego, en los comicios municipales y regionales del año pasado, consigue ser elegido gobernador regional de La Libertad. Un puesto al que, no obstante, renunció sin siquiera haber cumplido el 25% de su gestión por el afán de postular a la Presidencia de la República (paradójicamente, afirmó que no renunciar al cargo para el que había pedido la confianza del electorado solo unos meses antes sería ?irresponsable?). El sabor de lo ya visto en su récord político, sin embargo, no es aportado solamente por los años que lleva en la lid, sino también ?y sobre todo? por algunas prácticas y discursos desplegados a lo largo de todo ese tiempo que revelan una forma un tanto añeja y tóxica de ver el acceso al poder y su administración una vez que se lo obtiene.Es difícil olvidar, por ejemplo, la grabación del 2010 en la que Acuña confesó a sus colaboradores más cercanos que tentaría la presidencia y que con ello su organización se convertiría en un poder político que...

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