Se inmolaron por el prójimo

Por pamela sandoval del águilaJuan Salas se aferra a la ambulancia que retira los restos de su sobrino Alonso del último lugar donde sirvió como bombero. A su lado, miembros del cuerpo voluntario, con los ojos llorosos, tocan con sus manos la carrocería y se retiran respetuosos los cascos, despidiéndose así de uno de los tres caídos en el incendio que afectó dos locales en El Agustino. Ahora, el país los considera héroes.A las 7 a.m. de ayer, casi 12 horas después de iniciado el siniestro en la fábrica de suelas Pionnisan S.A.C., ubicada en la Av. Independencia 1861, aún había esperanza de hallar con vida a Alonso Salas Chanduví y sus compañeros Raúl Sánchez Torres y Eduardo Jiménez Soriano.?Esperamos que el calor sea tolerable para que ingresen los canes de rescate y los cargadores a la zona donde cedió el techo. Juntos llegamos, juntos nos iremos?, decía Manuel Vera, jefe de Operaciones del Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú (CGBVP).Según Vera, hacia las 9 p.m. del martes, cuando el fuego alcanzó el Centro Nacional de Abastecimiento de Recursos Estratégicos en Salud, propiedad del Ministerio de Salud (Minsa), los tres jóvenes ?integrantes de la compañía Roma 2? ingresaron a la zona más crítica al ser alertados sobre unas personas atrapadas. Poco antes de la medianoche, los bomberos salieron para recargar sus balones de aire comprimido; Salas, Sánchez y Jiménez no.Mientras que la búsqueda continuaba, las primeras muestras de apoyo llegaron de la mano de vecinos con panes, café, galletas y agua embotellada. Hacia las 8:30 a.m. dos drones de los bomberos se sumaron a la tarea de hallar a los desaparecidos. Las imágenes captadas por uno de ellos confirmó lo peor: los tres estaban muertos.?Mi Alonso siempre veló por los demás, desde chiquito. Para mí siempre fue un héroe. Todos los bomberos aquí son héroes?, expresó Juan Salas.A la 1:30 p.m. los tres cuerpos carbonizados fueron llevados al Instituto de Medicina Legal del Ministerio Público para su identificación. En la puerta de la morgue, compañeros de las víctimas aguardaron por varias horas.?Grandes ejemplos?El brigadier Eduardo Vidal, comandante de la compañía Roma 2, compartió varios años de servicio con Salas, Sánchez y Jiménez. Al hablar de ellos, se le quebró la voz. ?Eran como mis hijos. No se han ido, solo nos...

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