El informante

?Es el principio del fin?, afirmó el exministro del Interior Mariano González luego de acusar a Pedro Castillo de estar comprometido con la corrupción. Quiso decir que los hechos vinculados a su despido precipitarían la caída del presidente. En efecto, las reacciones en cadena que sobrevinieron, por ejemplo, de organizaciones sociales que permanecían expectantes demuestran que hay un clima distinto. Hasta ayer, sin embargo, no se habían pronunciado la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, ni la Comisión Episcopal de Acción Social ni la Unión de Iglesias Cristianas Evangélicas, que se comprometieron a ?garantizar?, con su activismo, el cumplimiento de la Proclama Ciudadana que ante ellas juró cumplir Pedro Castillo si ganaba las elecciones. El cardenal católico Pedro Barreto fue vocero del grupo. Una de las promesas desatendidas merece citarse: ?Proteger la lucha contra la corrupción, y no interferir la labor de investigación que realizan los organismos especializados tales como fiscalías, policía, procuradurías y contraloría?. Muchos creyeron en este compromiso.Existe la percepción de que el gobierno es insostenible, mas aparecen ideas distintas para salir de la crisis. La izquierda que fue desalojada del gobierno, a la que analistas conspicuos consideraban democrática, está exigiendo el cierre del Congreso y la convocatoria a asamblea constituyente, al tiempo que acusa de golpistas a quienes buscan la vacancia por vía constitucional. Es la de Nuevo Perú, de Verónika Mendoza. Otro sector, liderado por Francisco Sagasti, en concordancia con ONG cívicas, pide adelanto de elecciones generales junto con reformas políticas ratificadas por referéndum. Esta opción maratónica, que apunta a resolver problemas de fondo, implicaría tolerar a Pedro Castillo un año más, o a la vicepresidenta Dina Boluarte, que calienta cuerpo al costado de la cancha. Una tercera posición es la que promueve el cese de Castillo mediante vacancia o acusación constitucional, sin amarrar el despido ?necesariamente? a un adelanto de elecciones generales. Entre sus patrocinadores hay quienes apoyarían nuevas elecciones con reformas y quienes están interesados solamente en la vacancia, como congresistas que desean terminar su mandato. Es posible que las salidas 2 y 3 se encuentren en algún momento.En el Congreso, la vacancia no prospera porque a las bancadas oficialistas, movidas por un interés principalmente ideológico, se añaden parlamentarios comprados por el gobierno...

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