Inexplicable respuesta de Interior

Por Gino Costa. Presidente de Ciudad NuestraSegún el último informe de las Naciones Unidas, seis son las grandes modalidades delictivas que amenazan a los ciudadanos en la región: el delito callejero, la violencia juvenil, la violencia contra la mujer, el crimen organizado, los abusos de las fuerzas de seguridad y la corrupción.La corrupción es el peor de todos, ya que debilita, neutraliza y distorsiona la capacidad del Estado y le resta autoridad y legitimidad, al atentar tanto contra el cumplimiento de su función como al asociarla a la protección de intereses criminales. Es doblemente dañino cuando ocurre en las instituciones encargadas de hacer cumplir la ley. En estas, la lucha contra la corrupción es, y debe ser, la primera línea de combate contra el delito. Por eso es inexplicable la reacción inicial del Ministerio del Interior ante la impecable investigación de Fabiola Torres, que da cuenta de que se iban a pagar casi 2,9 millones de soles por 591 binoculares cuyo precio de mercado era de tan solo 193 mil soles. Es decir, casi 15 veces su verdadero valor. Con esos recursos se hubieran podido comprar 8.741 binoculares y no los 591 anunciados. El casi millón de dólares que se iban a meter al bolsillo los responsables de esta operación resulta una cifra astronómica comparada con los montos por los que se ha condenado a más del 95% de los presos por delitos patrimoniales que actualmente se pudren en las cárceles peruanas. Si se incluye el sobreprecio que se iba a pagar por la compra de 463 visores nocturnos, que también eran parte de la transacción, estamos hablando de una ganancia neta de casi dos millones...

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