Indúltame mucho

Por fernando vivasEs una pieza que se repone cada cierto tiempo. El gobierno lanza una señal, el fujimorismo la recibe desconfiado, el coro antifujimorista grita ?no a la impunidad? y la trama termina en un aborto. Los protagonistas cambian del lado oficialista, pero del otro bando son los mismos: un reo desesperado por salir a toda costa y un partido receloso de lo que ello implicaría para su proyecto político. Hagamos una pequeña historia secreta de los indultos abortados. ?Primer intento: Alan?García quiso indultar y no pudo. Lo confesó. Antes, una pequeña cronología para explicar que, en realidad, casi no tuvo tiempo, que quizá no estaba convencido de su conveniencia y si lo estaba, tropezó con un indultado trucho que, de rebote, restó posibilidades al ?Chino?: Toledo gobernaba cuando Fujimori ?en un viaje cuyo destino y pretensión se mantienen en el misterio? llegó a Chile procedente de Tokio, el 6 de noviembre del 2005. Fue detenido. El Perú inició el trámite de extradición el 6 de enero del 2006. La Corte Suprema chilena evaluó el pedido peruano y el ?Chino? afrontó ese proceso detenido hasta agosto del 2006. Luego, tuvo arresto domiciliario hasta el 21 de setiembre del 2007, cuando se aprobó la extradición. Al día siguiente, llegó a Lima. Alan gobernaba. Fujimori estuvo procesado, así que era impensable hablar de indultos hasta inicios del 2010, cuando recibió la última de sus sentencias por los casos aprobados en la extradición. Mientras, García se había abocado a otros perdones (algunos de estos, bautizados ?narcoindultos?, se convertirían en lío aparte) y a un perdón en especial, el de José Enrique Crousillat, indultado en diciembre del 2009 por razones humanitarias. He aquí un escándalo que, de rebote, arruinó por un tiempo las posibilidades de Fujimori: Crousillat fue ampayado rebosante de salud, el indulto se le revocó en marzo del 2010 y se lo capturó en enero del 2011. La estafa, para mala suerte de Fujimori, puso el foco en el proceso para verificar el estado de salud del indultable. Sin embargo, pasadas las elecciones del 2011 y electo Humala, Alan hizo un intento. Y lo confesó. Contó que, pocos días antes de dejar Palacio, en el marco de la transferencia, se reunió con Humala y le planteó que, si estaba de acuerdo, podría proceder al indulto. Según García, Humala fue evasivo y cambiaron el tema. En posteriores versiones, García ha sido más ambiguo, aclarando que, simplemente, tocaron el asunto sin concluir nada. ?Segundo...

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