¿Se incendia la pradera?

Por Fernando Rospigliosi-Analista político-Vacilando y a trompicones, el gobierno se decidió a declarar el estado de emergencia en la provincia de Islay, después de más de dos meses de disturbios y violencia, y muchos muertos y heridos. El asunto es que esa medida de excepción, que suspende ciertas garantías constitucionales, puede tener sentido si es que el gobierno tiene algún plan para usarla. A la luz de lo que ha ocurrido hasta ahora, no es seguro que sea así.Por ejemplo, hace dos semanas hicieron intervenir a las Fuerzas Armadas supuestamente para apoyar a la policía. En realidad, tenían la ilusoria esperanza de que la presencia militar atemorizaría a los revoltosos y los disuadiría de seguir con los bloqueos. No ocurrió eso.Hace una semana el presidente Ollanta Humala pronunció un confuso y desconcertante discurso, y la empresa Southern Perú, apremiada por el gobierno, suspendió el proyecto minero por dos meses. Y nuevamente las previsiones del gobierno se vieron frustradas. Los grupos violentistas, probablemente etnocaceristas, siguieron con los ataques a las fuerzas del orden, previo acuerdo con los agricultores para que realicen la cosecha a cambio del pago de cupos.Antes de eso, el gobierno fue aumentando ?sin estrategia alguna? el número de policías, creyendo que así podría asfixiar la protesta. El resultado fue un rotundo fracaso que trataron de paliar con las ineficaces medidas reseñadas más arriba.En suma, hasta ahora los hechos demuestran que el gobierno no tiene un plan para terminar con la revuelta y va disponiendo acciones sin ton ni son, con la esperanza de que alguna de ellas dé en el blanco o que los huelguistas se cansen algún día. La situación no es peor solamente porque al frente no hay una organización sólida con un liderazgo coherente. Pero las cosas pueden complicarse pronto.Para el miércoles 27 y jueves 28, grupos radicales están organizando un ?paro macrorregional? en el sur del país para apoyar la protesta antiminera del Valle de Tambo. Es posible que en varias ciudades se produzcan disturbios, bloqueo de calles y carreteras, enfrentamientos con la policía y desmanes. Esa es la manera que tienen esos sectores para llamar la atención y eventualmente imponerse sobre el gobierno.La idea de los radicales es que la chispa de Islay prenda fuego a la pradera de una parte del país donde el decaimiento...

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