El imperio de los enanos

Por Patricia Castro Obando. Corresponsal

Érase una vez una niña llamada Wang Jing que antes de cumplir los 10 años se olvidó de crecer. Érase una vez un niño llamado Qin Shuan que después de los 7 años nunca estrenó una talla grande de zapatos. Érase una vez un reino en lo alto de las colinas de la provincia Yunnan, a 40 kilómetros de la capital Kunming, habitado por solo aquellos que no superan el metro y treinta centímetros de estatura.

Ese reino existe y está resguardado por estatuas de ángeles gigantes. Es un parque temático que lleva el nombre de Imperio de los Enanos y alberga a casi un centenar de personas pequeñas, de 20 a 50 años, que provienen de casi todos los rincones de China.

El parque, que no está encantado, tiene como vecino al jardín ecológico mundial de la mariposa.

ASÍ NACIÓ LA IDEAEl creador de este imperio es Chen Mingjing, un empresario de la provincia de Sichuán que hizo su fortuna en el sector inmobiliario y ahora se dedica a la industria electrónica, donde hace más dinero. Cuando Chen cumplió 44 años se regaló un sueño: abrir un negocio que reportara beneficios a un sector de la sociedad.

Así nació este mundo mágico en setiembre del 2009, dirigido exclusivamente por personas de estatura pequeña en una de las propiedades de Chen. El empresario diseñó el concepto del parque como si fuera un cuento de hadas. El rey y su corte viven en hongos gigantescos. La seguridad está a cargo de la guardia pretoriana. Revolotean las hadas, mariposas y otros seres voladores. Cocineros y monjes se encargan de alimentar el cuerpo y el espíritu. El reino dispone de un departamento de primeros auxilios y un Ministerio de Relaciones Exteriores.

EL REY Y SU CORTEYang Qianjun nunca imaginó que a sus 26 años, y con 80 centímetros de estatura, se coronaría rey dos veces al día, durante el espectáculo que ofrece el parque a los visitantes por casi diez dólares el boleto.

?Encontré el anuncio en un sitio web dedicado a personas como yo. Viajé en autobús desde mi provincia Guizhou hasta Yunnan con dinero prestado. La gente creía que era un niño. Antes trabajaba lavando los baños públicos. Ahora soy el emperador?, relata su majestad Yang.

En cada presentación, el rey y su corte cantan melodías tradicionales, bailan hip-hop, representan escenas de leyendas o de ?El lago de los cisnes? con tutú. El emperador con capa amarilla narra su historia de la vida real y el público solloza. Después se marcha montado en su motocicleta de tres ruedas y el...

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