El impacto de la pobreza en la decisión del voto

Por jorge falen

Los resultados finales de la segunda vuelta presidencial entre Pedro Castillo (Perú Libre) y Keiko Fujimori (Fuerza Popular) fueron muy ajustados, pero mostraron marcadas diferencias en el voto de acuerdo con el ámbito geográfico y el acceso a servicios esenciales por parte de la población.Según cifras de la ONPE, al 100% de actas contabilizadas, Castillo se impuso por un amplio margen en los 10 distritos más pobres del país, que están ubicados en las regiones de Ayacucho, Cajamarca y Huancavelica. En estas localidades, donde más del 75% de sus habitantes están en esa condición, al menos siete de cada 10 electores se inclinaron por Perú Libre [ver cuadro].El caso más emblemático corresponde a Uchuraccay, distrito ubicado en la provincia ayacuchana de Huanta y que fue una de las localidades más golpeadas por Sendero Luminoso. Actualmente, el 81% de su población es pobre, su población infantil tiene altos niveles de anemia y en lo que va del año su municipio no ha recibido recursos frente al COVID-19.En este lugar, 9 de cada 10 electores optaron por Perú Libre y solo 215 personas eligieron a Keiko Fujimori. En contraste, la candidata de Fuerza Popular obtuvo su mayor respaldo en 9 de las 10 jurisdicciones con ingresos más altos. Seis están en Lima Metropolitana, dos en Arequipa y una en Moquegua. La excepción fue el distrito de Pueblo Nuevo, ubicado en la ciudad de Ica, donde Castillo tuvo el 53,4% de votos.En San Isidro, uno de los tres distritos limeños donde no hay pobreza, la candidata de Fuerza Popular obtuvo un respaldo abrumador, similar al de su rival en Uchuraccay. Solo el 12% de los electores sanisidrinos (6.189 personas) votó por Castillo.?Escenario regional?Las ocho regiones más pobres también apoyaron a Perú Libre. En este grupo figuran Huancavelica, Ayacucho, Pasco, Cajamarca, Puno, Amazonas, Apurímac y Huánuco, donde dicho indicador aumentó en 13,2 puntos porcentuales, una de las variaciones más altas en todo el país.Entre enero y marzo de este año, Huánuco padeció un colapso sanitario sin precedentes debido a la segunda ola del COVID-19, que ocasionó un crecimiento de los fallecimientos, el desborde de la ocupación de camas UCI y una notoria escasez de oxígeno medicinal. Al igual que Huánuco, Áncash también padeció un fuerte aumento de su pobreza (13,2 puntos porcentuales), así como de su mortalidad por esta enfermedad durante los primeros meses del 2021. Ambas regiones, que en el 2016 apoyaron a Keiko...

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