Idioma universal: el número

Por TomÁs unger

Divulgador científicoLa globalización que estamos viviendo implica comunicaciones en todo el planeta. Los idiomas europeos, principalmente el inglés, luego el castellano, y de los no europeos el chino (escrito*), se imponen por razones económicas. Sin embargo, hay un código común preponderante, de diez cifras y diversos símbolos, que funciona en todos lados. Todos los países están comunicados por la red telefónica y cada uno tiene un código que está dado en cifras que van del 0 al 9. Es más, la manera de usarlos, ya sea como simple código, ya sea para indicar magnitudes o hacer operaciones matemáticas, también es común a todos. Hoy, dos personas que no tienen un idioma común pueden ponerse de acuerdo en una transacción de compra y venta escribiendo números. Es más, pueden discutir la variación del precio en función de la cantidad de unidades de la transacción. El conteoAunque esto nunca se sabrá, los lingüistas creen que el concepto de número nació con el idioma. Cuando se acuñaron las primeras palabras, entre ellas estaban los números o cantidades. En los idiomas más primitivos los números son pocos, pero existe el concepto. De acuerdo con el grado de evolución que alcanzaron diversas civilizaciones, los sistemas numéricos se complicaron. Cuando nació la escritura, los números, o palabras para describirlos, formaron parte de ella. En un momento dado, los símbolos para números se separaron para servir solo el propósito de indicar cantidades. Los primerosActualmente hay acuerdo en que los primeros en representar cantidades fueron los babilonios, que también van con el nombre de sumerios o acadios, habitantes de la Mesopotamia, región entre el Mediterráneo y el Golfo Pérsico, entre los ríos Tigris y Éufrates. El primer paso se dio 4 mil años antes de nuestra era con trozos de arcilla ensartados en una tira. Al principio representaron animales, objetos, etc. Luego la forma indicaba solo si se trataba de unidades o de grupos de cinco. El siguiente paso fue reemplazar los trozos de arcilla por marcas cuneiformes en una tableta de arcilla que luego era cocida. Una variedad de símbolos representaban números y sus múltiplos. En este complicado sistema no existía el cero, sino un espacio libre donde no había ningún signo correspondiente al orden de magnitud. Este orden no era decimal sino sexagesimal, del cual conservamos hasta ahora la medida del tiempo en segundos y minutos. Curiosamente, a pesar de no haber tenido ningún contacto...

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