De lo humano en la historia: una entrevista a Salomon Lerner Febres.

AutorMontes de Sommer, Marlene
CargoEntrevista

[ILUSTRACIÓN OMITIR]

Hannah Arendt, en una carta dirigida a Gerhard Scholem, define sus inquietudes filosóficas en una frase: "Yo quiero entender". ¿Usted cree que el sentido de esa frase pudo motivar a los miembros de la Comisión de la Verdad y Reconciliación en su tarea de esclarecimiento de los actos de violencia ocurridos en el Perú durante las dos últimas décadas del siglo XX?

Yo diría que sí. El fin último de nuestro trabajo era entender, y para ello era necesario conocer. Esta última tarea implicó tomar conciencia de un evento desconocido y ocultado por diversos motivos, como políticas de Estado, indiferencia social, la prevalencia de una concepción que toma como premisa el "mirar hacia adelante" o una percepción sobre la memoria que se presenta como un obstáculo para el desarrollo.

Luego de percibir esos acontecimientos, surgieron varias interrogantes vinculadas a la labor de entender lo ocurrido: ¿por qué se produjeron estos hechos?, ¿tienen un sentido?, ¿se inscriben o no dentro de una historia?, ¿las responsabilidades sobre lo ocurrido se agotan en quienes intervinieron directamente, o nos llevan a cuestiones históricas? La Comisión tuvo desde el inicio un sentido moral, pues tenía que evaluar conductas humanas.

¿Cuál es el origen de las crueldades y qué lleva al hombre a practicarlas?

Esta pregunta trasciende lo ocurrido en el Perú y nos lleva al origen de la crueldad en el hombre y en la historia. Veamos lo que pasó en Alemania. Allí se pudo apreciar el maltrato a las minorías bajo una visión del "hombre inferior" que marcó el comportamiento frente a los judíos y gitanos, así como la falta de compasión traducida en la eliminación de personas y torturas. Peor aún, como señaló Hannah Arendt, el mal se banalizó y los ciudadanos alemanes se volvieron indiferentes frente a los actos de barbarie ocurridos durante la Segunda Guerra Mundial.

Como señalan los psicoanalistas, en estas situaciones aflora una pulsión tanática, que se combina con una suerte de miopía moral, por la que se busca un fin que debe ser alcanzado sin importar los medios para hacerlo. En este caso la finalidad es el poder, que resulta ser inagotable, que nunca se satisface. En el pensamiento de Nietzsche, como lo hace ver Heidegger, está presente la idea de la voluntad que es infinita y que por tanto se busca permanentemente. Frente a esta idea, todo aquello que interfiera en sus planes es negativo, malo e infravalorado, por lo que acciones crueles aparecen como normales.

¿Existe alguna explicación filosófica que justifique por qué existe tanta crueldad en el mundo y qué motiva a los hombres a producir crímenes de lesa humanidad?

La crueldad puede tener distintas justificaciones, pero no por ello deja de ser crueldad. Por ejemplo, los hechos de violencia ocurridos en el Perú y su justificación ideológica fueron muy distintos a lo que pasó en Argentina, Chile y Guatemala. En Argentina y Chile, los mayores causantes de la violencia fueron agentes del Estado, mientras que en nuestro país el principal responsable fue una organización enfrentada al Estado.

En términos ideológicos, mientras que en el resto de América Latina primaban movimientos de liberación nacional inspirados por la Revolución cubana y la lucha de clases, en el Perú actuó un grupo fundamentalista que tomó al pie de la letra la idea "marxista-leninista-maoísta" de la revolución mundial. Para Sendero Luminoso, la lucha armada en el Perú era el primer paso de la conversión de su líder Abimael Guzmán en sucesor de Mao.

En relación con la magnitud de la crueldad, tomando en cuenta el concepto de "asesinato administrativo en masa", es necesario recordar que quienes operan de esta manera desde el Estado no creen realmente en el sistema democrático que les ha permitido llegar al poder de una manera temporal y tienden a creerse indispensables. Al sentirse amenazados por movimientos violentistas que tratan de quitarle al Estado el monopolio del ejercicio de la fuerza, estos gobernantes dan una respuesta desmesurada. Ello es aprovechado por muchos de los grupos subversivos, pues buscan que el Estado pierda legitimidad con la comisión de violaciones de los derechos humanos.

Si la crueldad tiene como sustento al egoísmo, ¿tuvo razón Nietzsche al formular que "el hombre es un ser egoísta"? ¿Cómo entender ese egoísmo?

Hay que entender la concepción del hombre delineada por Nietzsche. Para él, el verdadero hombre es aquel que va a venir, el "superhombre" anunciado por Zaratustra, aquel en el que el poder se traduce en creación y uso. Es el arte y no la guerra el fenómeno que...

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