Horas inciertas en BrasilA Dilma se le agota el oxígeno

Por francisco sanz g. @frasan71Todo empezó con un Range Rover. Cuando la Policía Federal brasileña descubrió que un alto funcionario de Petrobras había recibido uno de estos exclusivos todoterrenos de un oscuro lobbista, se empezó a seguir la pista de una trama de corrupción que ya amenaza con cambiar la historia política de Brasil.Pasaron exactamente dos años desde el arresto de Paulo Roberto Costa ?el funcionario en cuestión? para que la Operación Lava Jato llegara a su pico hace nueve días: el interrogatorio, con detención incluida, del ex gobernante Lula da Silva por presuntos beneficios derivados de esta red delictiva.Pero las investigaciones apuntan todavía más alto, al mismísimo Palacio de la Alvorada, donde hace tiempo ya la presidenta Dilma Rousseff ha dejado de dormir tranquila.Y es que al proceso de juicio político ?paralizado en el Congreso? por supuesto maquillaje de las cuentas públicas, se suma hoy que la justicia estudia nuevas sospechas sobre la posible financiación ilegal de la campaña que llevó a Rousseff a ser reelegida en el 2014, con dinero justamente proveniente de la corrupción petrolera.Contra todo eso protestarán hoy en las calles los brasileños. Los más entusiastas esperan que unos tres millones de personas se manifiesten en casi 300 ciudades contra un gobierno cada vez más tambaleante.Los analistas, sin embargo, creen que la suerte de la mandataria no se decidirá en las calles ni en los predios judiciales, sino en los despachos de fiscales y policías, donde ex aliados y ex amigos inmersos en el Caso Petrobras negocian reducciones de sus penas a cambio de brindar información privilegiada.en la sospecha, hermanosQuien fuera el líder del oficialista Partido de los Trabajadores (PT) en el Senado, Delcidio Amaral, ha dado hasta hoy los golpes más fuertes.Amaral ha detallado las maniobras de la presidenta y su ministro de Justicia para evitar el avance de los jueces sobre Petrobras y las presiones de Lula da Silva para evitar que sus hijos fueran procesados.El que puede empezar a ?cantar? ahora es Marcelo Odebrecht, ex hombre fuerte de la mayor constructora del país y recién condenado a 19 años de prisión por este escándalo.?La durísima sentencia a Odebrecht lo acerca a aceptar pronto un acuerdo de delación premiada con la justicia, eso sería lo que falta para cerrar el círculo de la red de sobornos en Petrobras. Si alguien tiene información para empujar al precipicio a Dilma y a su mentor, ese es Odebrecht?, dice el...

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