El hombre que no puede faltar

Por FRANCISCO SANZ. PERIODISTAEn los últimos días lo que menos nos importa es que Jefferson Farfán meta gol con la camiseta del Schalke 04. Lo único que vale es verlo salir caminando entero, con ese aire displicente tan suyo, de la cancha.Las alarmas se encendieron la semana pasada cuando ?en el duelo de ida de la Champions League ante el PAOK? la ?Foca? fue retirado adolorido y en camilla. En cambio, hubo alivio anteayer cuando dejó, por su propio pie, el campo a los 82 minutos en la revancha en Grecia. Que clasificara o no el club alemán era un tema menor.Si hasta dan ganas de enviar un petitorio nacional a Gelsenkirchen para rogarle a Jens Keller, técnico del Schalke, que no lo convoque para el partido de este sábado ante el Bayer Leverkusen por la Bundesliga y que, de una vez, lo suba al avión que lo traerá a Lima.No es exagerado tanto párrafo por Farfán. Su importancia en los topes eliminatorios jugados en Lima ha sido capital. Ante Paraguay, en el debut, los goles los hizo Guerrero, pero Farfán armó la jugada del primero con un carrerón y fue la llave que abrió la cerradura guaraní.Para el duelo contra Colombia llegó rengo y fue tal la desesperación que Markarián lo puso a jugar en un pie los últimos 6 minutos. Y metió casi tanto miedo como en los 84...

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