Cuando le hicimos caso a Margaret Thatcher

Por Augusto Townsend K. Editor

Algo que parecía imposible ha sucedido: los obituarios de Margaret Thatcher han superado en bipolaridad a los de Hugo Chávez. Qué personaje para fascinante y divisorio. Debo confesar que esta discusión me resulta sospechosamente familiar: la "gente decente” no lamenta su partida, he oído generalizar a algunos. Ni siquiera en el caso de Chávez vi manifestaciones de odio tan furibundas como las que despidieron a la Dama de Hierro.

Y por otro lado están quienes celebran su legado económico, entre los que me incluyo, sin que ello implique, por cierto, convalidar su complicidad con el dictador Pinochet u otros desvaríos de política exterior. El Perú le debe mucho al thatcherismo: fue lo que nos sacó del marasmo de los setenta y ochenta. La apuesta que hizo el país por la privatización, la desregulación y el repliegue del Estado de la actividad económica llevan la marca indeleble de Margaret Thatcher, al igual que nuestra lucha contra la inflación y la irresponsabilidad fiscal.

Muchos creen que estas políticas ocasionaron la actual crisis económica global, y es cierto que Thatcher tiene responsabilidad directa en la desregulación del sistema financiero. Pero, a la vez, hubiese sido la primera en oponerse a la socialización de las pérdidas de los bancos con la excusa de...

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