Con hambre en medio de la pandemia

Por milagros asto sánchez

Al frente de donde vive Ana, en La Habana, hay un pequeño quiosco de alimentos. Desde su ventana, la peruana de 22 años, que prefiere no revelar su nombre real, es testigo de cómo la escasez ha aumentado con la pandemia. Decenas de personas forman larguísimas colas desde la medianoche con el afán de conseguir comida y productos básicos cuando comience la venta.?A veces a las 10 a.m. todo se acaba y hay gente que pasó la noche ahí y no alcanzó nada. La última vez que yo conseguí un kilo de pollo fue tras una cola de siete horas. Además, las colas son para comprar todo racionado, solo dos unidades por producto. Regulan todo mucho más que antes?, nos cuenta Ana.Ella lleva seis años en Cuba, donde estudia Medicina. Le faltan diez semanas para terminar el quinto año de carrera y diez meses más de internado. Sin embargo, la pandemia cambió sus planes y ahora desea volver al Perú.Cuba dice que tiene bajo control la pandemia (1.983 casos y 82 fallecidos por COVID-19), pero no el desabastecimiento. Los peruanos que piden su repatriación cuentan a diario en un grupo de WhatsApp que la escasez hace cada vez más insostenible su presencia en la isla. ?La situación afecta a todos. Nadie puede comprar. Aún tengo algunos productos sanitarios que traje de la última vez que fui al Perú, pero a muchos del grupo les hacen faltan cosas?, dice Ana.Solo tienen dos opciones: hacer una cola que puede tomar todo el día o pagar a los revendedores el 200% de lo que...

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