Haga algo, señora Villarán

Por Patricia Del Río. Periodista

Cuando Susana Villarán salió elegida alcaldesa de Lima ya se había desatado toda una campaña en su contra. Se dijo que era pro terruca, que levantaba el puño como toda revolucionaria extremista de izquierda, que ocultaba propiedades familiares, que quería legalizar la droga? En fin, era una contienda electoral y quisieron descalificarla con argumentos bastante pobres y bajos. Y casi lo logran. No porque los argumentos fueran efectivos, sino porque la defensa de Susana fue torpe, mala, casi naif: no respondía con claridad, seguía sonriendo como si con ella no fuera, y se dejó arrastrar por Lourdes Flores en un debate trascendental al que debió llegar más preparada.

Recuerdo que en medio de este contexto adverso, mis amigas de Manuela Ramos organizaron un encuentro e invitaron a ambas candidatas porque en esos momentos se conmemoraban 50 años del sufragio femenino en nuestro país. Lourdes Flores y Susana Villarán confirmaron su asistencia. La primera, siempre chancona, asistió. Villarán nunca llegó porque ?según dijo más tarde? había ido a recoger a su hijo al aeropuerto. ¿Era grave su desplante? No. Era torpe. De hecho, ese día muchas mujeres comprometidas con temas de género creo que le quitaron su voto.

Con todo, campaña sucia y torpezas de por medio, Susana Villarán logró sentarse en el sillón municipal. Lo que resulta francamente insólito es que después de la durísima contienda electoral a la que estuvo sometida, una vez al mando del municipio haya sido incapaz de contrarrestar la mala leche; y haya permitido que casi se echaran abajo una gestión que recién empezaba. Durante meses se peleó con las personas equivocadas, se...

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