¿Una guerra de divisas accidental?

Por Mohamed A. El-ErianAsesor económico en Jefe de Allianz y miembro de su Comité Ejecutivo Internacional, es Jefe de Consejo de Desarrollo Global del presidente Barack Obama. Su último libro es ?Cuando lSeis años y medio después del comienzo de la crisis financiera global, los bancos centrales de las economías tanto emergentes como desarrolladas siguen llevando a cabo políticas monetarias caracterizadas por un activismo impredecible y sin precedentes. ¿Cuánto queda de este insólito camino?Sólo el mes pasado, Australia, India, México y otros países bajaron sus tasas de interés, mientras que China redujo sus requisitos de reservas a los bancos y Dinamarca llevó a territorio negativo su tasa oficial para los depósitos. Hasta los países tradicionalmente más obsesionados con la estabilidad han tomado medidas inesperadas. Suiza, yendo más allá de la reducción de las tasas de interés, abandonó repentinamente su política de vinculación parcial del valor del franco con el del euro. Unos días más tarde, Singapur también modificó inesperadamente su régimen de tipo de cambio.Una medida con muchas más consecuencias es el compromiso del Banco Central Europeo (BCE) con un programa de gran envergadura y relativamente abierto en cuanto a sus plazos para la adquisición de activos a gran escala. El BCE tomó esta medida a pesar de las crecientes advertencias de que el estímulo monetario no es suficiente para promover un crecimiento duradero y de que estimula una toma de riesgos excesiva por parte de los mercados financieros, con el potencial de amenazar la estabilidad y la prosperidad económicas (tal como ocurriera en el 2008).Incluso la Reserva Federal de Estados Unidos, que regula una economía con un desempeño mucho mejor que las de sus contrapartes del mundo desarrollado, ha reiterado la necesidad de tener ?paciencia? cuando se trata de elevar las tasas de interés, postura que será difícil de mantener si sigue habiendo buenos índices de creación de empleo junto con un muy necesario aumento de los salarios. Esta nueva ronda de enérgicas medidas de los bancos centrales refleja la persistencia de las inquietudes sobre el crecimiento económico. A pesar de un nivel de estímulo monetario que antes habría sido impensable, el producto global sigue estando muy por debajo del potencial, y el potencial mismo se encuentra en riesgo de ser eliminado.Para empeorar las cosas, los débiles niveles de demanda y el sobreendeudamiento están aumentando la preocupación de que...

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