Gracias puede ser la palabra más difícil de pronunciar

Un recaudador de fondos para obras de caridad me dijo hace poco que era una regla de oro en los círculos filantrópicos agradecer a los donantes siete veces.

Además de las referencias en Internet sobre la ?tradición?, la ?sabiduría popular? e, inevitablemente, la ?costumbre china?, no he encontrado ninguna investigación empírica que respalde este mágico número. Algunos expertos en donaciones caritativas nunca han oído hablar de esta idea, y los que la han escuchado, no se ponen de acuerdo sobre si este número de veces sea del todo útil.

Sin embargo, hay una gran cantidad de investigaciones -que en gran parte se repite en Estados Unidos en esta época del año con el fin de añadir una solidez científica al Día de Acción de Gracias- que trata sobre si la gratitud mejora el comportamiento. La respuesta inmediata es: sí la mejora y mucho. Esto hace que sea incluso más desconcertante, especialmente en la mayoría de los centros de trabajo en donde los agradecimientos sencillos (y que no nos cuestan nada) están subvaluados como herramientas de motivación, mientras que sí abundan los complejos paquetes de incentivos en efectivo.

Esto no quiere decir que los jefes nunca den las gracias. Sin embargo, estos mezclan los mensajes y con frecuencia ofrecen demostraciones públicas de gratitud cuando ya es demasiado tarde, por ejemplo, cuando el mejor empleado decidió irse.

Según dicen, Steven Sinofsky, quien antes fuera experto de Microsoft Windows, tiene un carácter áspero; Steve Ballmer, jefe del grupo del software, es tan inflexible como cualquier otro director ejecutivo. Cuando el primero renunció inesperadamente este mes, a Ballmer le costó apenas 16 palabras para agradecerle por ?los tantos años de trabajo? que dedicó Sinofsky, antes de regresar a la promoción de los productos de Windows.

Rakesh Kapoor, de Reckitt Benckiser, despachó en setiembre último a su gerente financiera, Liz Doherty, con un breve agradecimiento -antes de señalar de qué manera sus estilos de trabajo no estuvieron bien relacionados. (Tal vez la clave estaba en el uso de su frase ?Quiero dar gracias a Liz??- una construcción que siempre me sugiere la adición tácita de ?... pero yo no me atrevo a hacerlo?.)

Por todo lo que sé, la interacción no vista entre estos altos puestos ??corporativos antes de que se separen estaba llena de elaborados intercambios de gratitud. Si fue así, las investigaciones sugerirían que habrían aportado del todo a su trabajo. En una versión del juego del...

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