Google en todos lados

AutorThe Economist

En Google le llaman “la prueba del toothbrush (cepillo de dientes)”. Poco después de asumir como CEO, el 2011, Larry Page dijo que quería que la compañía desarrollase más servicios que todos pudieran utilizar al menos dos veces al día, como ocurre con los cepillos de dientes. Su motor de búsquedas en Internet y su sistema operativo Android, para aparatos móviles, pasan la prueba.

Y ahora, con las múltiples adquisiciones que ha concretado, Google parece estar planificando ser tan importante en el negocio de hardware como ya lo es en software, vía el desarrollo de productos “toothbrush” en áreas desde la robótica y vehicular hasta la calefacción doméstica. Su compra más reciente es NestLabs, un fabricante de termostatos y detectores de humo de alta gama (US$ 3,200 millones).

Hasta hoy, su mayor movida en el negocio de hardware fue la adquisición de Motorola Mobility, un fabricante de teléfonos móviles, por US$12,500 millones realizada el 2011.En los últimos meses, ha estado adquiriendo firmas de robótica, destacando entre ellas Boston Dynamics, que manufactura máquinas bípedas y cuadrúpedas con nombres como Big Dog y Cheetah que pueden caminar y correr. En tanto, los ingenieros de Google se han mantenido ocupados trabajando en autos autónomos (sin conductor) y artilugios portátiles como Google Glass. Nest Labs ha colocado a la compañía en el negocio de electrodomésticos, que es como comenzó un conglomerado estadounidense más longevo.

General Electric (GE) produjo su primer ventilador eléctrico en la década de 1890 y después procedió a desarrollar una línea completa de aparatos de calefacción y cocina en 1907, antes de convertirse en el gigante industrial y financiero de nuestros días. El factor común de los productos iniciales de GE fue la electricidad, algo de las empresas recién estaban aprendiendo a explotar.

En el caso de la colección de empresas de hardware de Google, el factor común es la data: acopiarla y compilarla con el fin de hacer que los aparatos sean “más inteligentes”.

No obstante, la pregunta es si Google será capaz de convertirse en un coloso ingenieril rentable y si está en peligro de despilfarrar una fortuna. La preocupación de que la compañía ha sobrevalorado sus inversiones ha aumentado junto con el tamaño de sus compras, que ahora suman US$ 57,000 millones.

Por ejemplo, Morgan Stanley estima que lo pagado por Nest Labs equivale a diez veces sus ingresos anuales. ¿Por qué gastar tanto en una empresa que fabrica cosas...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR