Gobiernos entrometidos

¿Por qué los controles de precios son tan incontrolablemente persistentes?

Según los economistas, los precios son determinados por la oferta y la demanda, que actúan como hojas gemelas de una tijera. Pero en muchas ocasiones y lugares, los precios han sido fijados por las hojas más bien desafiladas de la presión política y la acción gubernamental. Uno de los textos más antiguos, el Código de Hammurabi, incluye elaborados controles de precios y salarios: 2.5 gramos de plata diarios por una barca de remos, seis para un jornalero.

En el otro extremo de la historia, el pasado 7 de enero, el Gobierno de Argentina actualizó su lista de "precios unitarios" para más de 300 productos de supermercado, entre ellos lechuga, condones ultrafinos y el tradicional mate. Vía una app, los consumidores pueden reportar si algún producto no figura en los anaqueles o si algún precio no está siendo cuidado como el Gobierno quisiera.

De acuerdo con una nueva data recolectada por el Banco Mundial (BM), el 89% de las economías en desarrollo interfiere en el precio de la energía, el 76%, en los de productos comestibles -pan en Benín, azúcar en Congo, arroz en Haití-, y el 31%, en los de materiales de construcción. Por ejemplo, Burkina Faso controla los precios del cemento, calamina y acerro corrugado.

Generalmete, los gobiernos imponen controles de precios por una de tres razones: redistribuir, estabilizar o frenar la inflación.

Los precios techo ayudan a los pobres a acceder a bienes de primera necesidad y los precios piso apuntalan el sustento de los agricultores. En tanto, la acumulación de existencias trata de estabilizar las volátiles cotizaciones de los comodities, especialmente si es costoso para los agriculturos reemplazar cultivos que pierden el favor del mercado por otros que gozan de su preferencia.

Los controles también son aplicados para combatir la inflación. El anterior presidente de Argentina, Maurici Macri, tuvo la esperanza de moderar los precios cuidados, que fueron introducidos por su predecesora, Cristina Fernández de Kirchner, pero la imparable inflación hizo que profundice el esquema, pues el año pasado congeló los precios de 60 productos esenciales.

La omnipresencia de los controles de precios muestra que los economistas tienen menos influencia de la que muchos creen. Pocas medidas son igual de impopulares en la profesión, que considera que los precios son una señal de escasez y un estímulo para superarla. Por ello, si se les controla, la...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR