Gestionando ejércitos

Por Richard Webb. Director Del Instituto Del Perú de la USMP

Enhorabuena la decisión de mejorar la gestión pública. Pero espero que la reforma vaya más allá de contratar a una élite de gerentes y directores, como si la solución para nuestra selección nacional de fútbol consistiera en contratar a once Cubillas.

El Estado administra ejércitos. El más grande es el de los maestros. El personal de salud es otro, el policial es otro y el administrativo, de 26 regiones, 192 provincias y 1.831 distritos, es otro. El propio Ejército es uno más. ¿Cómo lograr la gestión eficaz de esas masas, sobre todo cuando no es fácil saber qué hace cada uno? No es como una fábrica, donde se puede examinar y rechazar cada pieza mal hecha. Cuando la tarea consiste en prestar un servicio, el rango de calidad es enorme y difícil de percibir. Piense no más en la atención que presta ?o no presta? un maestro a cada alumno, en el esfuerzo de observación y reflexión que pone un médico en su diagnóstico, en el número de minutos que el policía de hoy tiene los ojos y oídos atentos y no concentrados en su celular, en el criterio que pone un funcionario para entender y excusar ?o no excusar? alguna falta reglamentaria. Un millón y medio de personas hacen el trabajo del Estado, y la calidad de lo que hace cada uno puede variar de cero a veinte sin ser detectada o medida por ningún supervisor. Nos guste o no, en gran parte estamos en manos de ese empleado. ¿Qué herramientas tenemos para lograr un buen trabajo?

La que más se menciona es mejorar la calidad intrínseca de la persona contratada, usando pruebas y currículos cuando se contrata o promueve. Ciertamente hay cargos que demandan conocimientos especializados...

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