?La genética de Dios?

Por tomás ungerAcabo de leer un libro titulado ?La genética de Dios?, que será presentado el mes entrante en la Feria del Libro Ricardo Palma. Se trata de un tema de actualidad que pronto lo será mucho más. El autor, Víctor Andrés García Belaunde, de la Sociedad Secular y Humanista del Perú, defiende el uso de la tecnología para modificar el genoma humano en busca de una mejora de la calidad de vida. El movimiento transhumanista ?que busca trasformar la condición humana a través de los avances tecnológicos y científicos? se origina en 1923, con el biólogo inglés John Burdon Sanderson Haldane. El que le dio su nombre fue el biólogo y escritor Julian Huxley en los 50. García Belaunde plantea el uso de los avances tecnológicos para mejorar la calidad de vida y se centra en la modificación del genoma humano, así como en sus implicancias éticas y en la oposición. Se trata de un tema que durante 36 años escribiendo en El Comercio he tratado de evitar: el conflicto entre ciencia y religión.?Fe, dogma y duda?El conflicto básico entre religión y ciencia es que la fe acepta sin cuestionar un dogma, a diferencia de la ciencia que cuestiona todo y acepta solamente lo que se puede comprobar. Esto ha dado lugar a que, a medida que avanza la ciencia, una mayor parte del dogma sea cuestionada. Las tres principales religiones monoteístas plantean el creacionismo que, ante la evidencia científica, ha tenido que ser aceptado como simbólico, al menos por la Iglesia Católica. Un punto básico de desa-cuerdo, con implicancias en la doctrina sobre reproducción, es el papel directo de Dios en los asuntos humanos. Esta intervención, acto de fe que acepta el dogma judeocristiano adoptado por el islam, veta la participación de los humanos en los procesos biológicos. Ante esto surge la siguiente pregunta: ¿el Dios que regateaba con los judíos, hacía milagros en el evangelio y dictó el Corán a Mahoma realmente interviene en los asuntos humanos??Las leyes que se cumplen?Como alumno de colegio religioso tenía diariamente clase de religión, y un día le planteé mis dudas a mi padre. Su respuesta fue: ?Lo único más difícil que probar la existencia de Dios es probar su inexistencia?.Opté por un Dios que no interviene en los asuntos humanos, aunque todo lo que sucede en el universo es obra de él. Luego de hacer el big bang, una fracción de segundo después de la expansión que dio lugar al cosmos, promulgó las leyes de la física. A diferencia de las de Solón ?que trajo Moisés...

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