¿Tiene futuro la unión civil?

Por Quipu politiKEl 14 de abril último, la Comisión de Justicia y Derechos Humanos archivó en forma definitiva el proyecto de ley sobre la unión civil. Mientras que en América Latina y el mundo transita una ?ola igualitaria? (la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, ha aprobado una norma similar para su país recientemente; la Asamblea Legislativa ecuatoriana ?dominada por el oficialista Alianza País? acaba de reconocer la unión de hecho entre dos personas del mismo sexo), en el Perú parece no existir aún el soporte social necesario para impulsar una reforma de este tipo. ¿Acaso tiene futuro entonces la unión civil en nuestro país?¿Cuáles son las bases de apoyo a la unión civil?Según cifras del sondeo de marzo último de Ipsos Perú, el 35,9% de encuestados en el ámbito nacional están a favor de la unión civil, frente a un 59% que la desaprueba y un 5% que no precisa opinión. Un primer análisis considerando características sociodemográficas de la población permite fijar los grupos sociales donde el apoyo es mayor: entre las mujeres, entre los más jóvenes y entre quienes cuentan con mayores niveles de ingreso, tal como se ve en la infografía que acompaña este texto.Estas preferencias por grupos sociales permiten especular sobre el futuro de la norma, a pesar del archivamiento legislativo. En primer lugar, las encuestas de Ipsos Perú registran un avance general en los últimos años entre quienes apoyan la iniciativa. Por ejemplo, en abril del 2014, un 33% de peruanos se pronunciaba a favor; dos puntos porcentuales más que seis meses antes. Pero, sobre todo, los porcentajes de desaprobación han ido cayendo: 65% en octubre del 2013, 61% en abril del 2014 y 59% en marzo de este año. Como se aprecia en el gráfico cronológico, hay una inclinación temporal favorable a la unión civil. En segundo lugar, de mantenerse la tendencia por grupos de edad, es razonable especular que en las próximas generaciones, los porcentajes de apoyo serán mayores a los actuales. El crecimiento económico también jugaría un rol clave con respecto a la favorabilidad de la norma. Cuanto más anchas sean las clases medias (NSE B y NSE C), es posible que se incrementen los porcentajes de apoyo a la unión civil, por contraposición a las clases bajas, donde las opiniones de los encuestados son más bien adversas. Sin considerar el rol que pueden jugar liderazgos políticos que promuevan carismáticamente la unión civil, solo considerando factores demográficos y económicos resulta...

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