El futuro de Gana Perú: una entrevista al congresista Sergio Tejada.
| Autor | Cabrera, Teresa |
| Cargo | J |
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¿Cómo llegas a la bancada nacionalista?
Soy de los pocos que viene de la izquierda y del nacionalismo. Me acerqué al Partido Nacionalista en el 2005 y apoyé en el Plan de Gobierno. Estuve en la comisión de formación política, fui coordinador nacional de juventudes, siempre tratando de construir desde el nacionalismo un espacio progresista. No pensaba postular al Congreso de la República. Tuve una conversación con el candidato Humala días antes de que se cierre la lista. Allí me propuso ser candidato. Acepté tras pensarlo y la Asamblea Nacional de Delegados, que me conocía, apoyó mi postulación.
¿En algún momento tuviste que negociar tu candidatura?
No. Me despreocupé por el tema, aunque muchos candidatos peleaban por la ubicación. Otras figuras invitadas o del mismo partido, que carecían de mi vinculación con las bases, no tenían el respaldo de la Asamblea Nacional de Delegados. Fue una sorpresa cuando me dieron el número tres. Por suerte, no estuve en las pugnas internas.
Ir en los primeros cinco puestos de un partido con posibilidades serias es fundamental para ser elegido. ¿Qué quería garantizar Humala?
En varias regiones se apostó por personas jóvenes. Verónika Mendoza en el Cusco con el número uno, Ana María Solórzano también con el número uno en Arequipa y Jaime Valencia en Moquegua, entre otros jóvenes, tenían posibilidades de salir elegidos. En mi caso primó ese factor, pero también la cercanía al Presidente ya que trabajamos los últimos cinco años. Él seguramente priorizó a jóvenes de su confianza que garanticen la continuidad del proyecto nacionalista.
¿La necesidad de conseguir la mayor cantidad de votos sacrificó una mayor cohesión de la bancada?
Probablemente. Obtuvimos más votos de los que esperábamos en la primera vuelta. Fue una votación mayor a la de la primera vuelta del 2006. Eso implicaba más parlamentarios en Lima. La segunda vuelta obligó a un discurso más amplio, de búsqueda de consenso con sectores más de centro, incluso sectores empresariales que nos fueron adversos durante toda la existencia del Partido Nacionalista. Eso significó sacrificar algunos elementos del discurso original que, creo, daban mayor cohesión a las partes dentro de Gana Perú. Todavía no hemos aprendido a llevarnos como grupo diverso en este nuevo contexto. Se ven muchos de estos problemas en el Congreso, en las discrepancias con algunos aliados. Creo que vamos a solucionarlo y, en su momento, recuperar algunas de nuestras propuestas iniciales.
En el 2006, el Partido Nacionalista no ganó las elecciones pero obtuvo una votación parlamentaria importante, mas su desempeño mostró muchos problemas. ¿Se han resuelto los puntos de tensión luego de cinco años?
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El problema, aunque con similitudes, es diferente. El 2006 estábamos con UPP, una fuerza que en su momento me pareció de las más sanas dentro del escenario político ya que habían luchado contra el fujimorismo, pero una vez que ganó el APRA, se aliaron rápidamente y se rompió la bancada. Hoy los riesgos de ruptura vienen por otro lado: las fuerzas de izquierda y regionales son progresistas y exigen el cumplimiento del programa original. Hasta ahora no han significado una ruptura. Lo que se busca es tener una posición dentro del Partido, mayor fuerza para empujar hacia cierta dirección. Es mejor estar adentro que afuera. Con esa tensión vamos a convivir estos años.
¿Identificas algunos elementos en esa tensión?
El nacionalismo es heterogéneo. Hay sectores más cercanos a la izquierda y otros, no de derecha, pero con menor formación política. Hay quienes creemos en cohesionar posturas, que queremos estar con la izquierda y el nacionalismo, buscando tender puentes. Hay otros que probablemente no. La tensión puede traer resultados positivos si se maneja bien.
¿Dónde se tensa la bancada? Por ejemplo, en la Megacomisión puede haber cierta cohesión. Y en temas como Conga o la censura a ministros, quizá no.
Esos temas coyunturales tienen que ver más con el Ejecutivo, pero exigen una respuesta del Legislativo. Allí hay tensión, sin duda. El...
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