Futbol argentino.

AutorFern
CargoRUEDA EL BAL

[ILUSTRACIÓN OMITIR]

A mi abuelo Javier, por el aguante.

Acabo de terminar Fútbol argentino, de Osvaldo Bayer. (1) Leerlo me recordó los sabrosos relatos de mi abuelo Javier, cuando nos contaba, con esmero literario, los pormenores de un deporte que comenzaba a congregar como ningún otro. Y es que Bayer, como mi abuelo, conoció el fútbol cuando la televisión, la radio o el internet no existían; cuando los partidos se conocían por crónicas prolijas, los goles se imaginaban "de boca en boca" y se veneraban ídolos a los que --era probable-- nunca verían en vivo.

Pero el libro de Bayer no trata solo del surgimiento del fútbol en este lado del continente. Es, al mismo tiempo, un rápido repaso del siglo xx argentino (desde el prólogo se pregunta por qué el fútbol no puede ser un tema para un historiador, para un sociólogo, para un politólogo...). En sus páginas se suceden dictaduras y gobiernos democráticos; desembarcos, migraciones, guerras perdidas. También el recuerdo de torneos y arbitrajes apañados por las potencias industriales, que eran también las del balón. El reinado oligopólico, aunque no invencible, de los equipos "grandes". Las resonancias políticas de un mundial --el 78-- que ganaron en casa (y no solo por el polémico 6-0 a Perú). La aparición de barrios y barras bravas en la capital federal y también en el interior (un clásico "rosarino", imperdible). Maradona....

Queda claro en el libro de Bayer que política, sociedad y deporte --como dejara entrever Norbert Elias en su historia del proceso civilizatorio-- forman un continuum difícil de separar en el mundo contemporáneo. En la Argentina, como en otros lados, el fútbol llegó con los barcos. Su aparición decimonónica estaría vinculada con los migrantes ingleses dedicados al comercio de ultramar: en 1867 se jugaría el inaugural partido "ocho contra ocho" que enfrentó, pantalones largos y sombreros, a un combinado de ingleses y locales en el entonces "Buenos Aires Cricket". Llegaría también con los anarquistas y socialistas, quienes, tras un inicial recelo --la misa y la pelota: la droga de los pueblos-- formarían los primeros clubes de barrio (de esa época son los Mártires de Chicago, nombre con el que se conocía al que sería Argentinos Juniors). Es una constante en el relato de Bayer la utilización política del fútbol (la fundación de la Asociación de Futbolistas Argentinos, uno de los primeros sindicatos del medio). Y su mercantilización acelerada. El fútbol reflejará también la...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR