La fuerzano loacompaña

Por kenji y el partido?Está desesperado? (Karla Schaefer); ?vive solo en el Congreso, aislado, no se vincula con el resto? (Lourdes Alcorta); ?hay gente que ahora lo halaga, pero antes lo ha insultado y lo va a seguir insultando después? (Luz Salgado); ?está desinformado? (Miguel Torres); ?el liderazgo de Keiko es indiscutible, no veo en Kenji condiciones para competir con ella? (Úrsula Letona); ?está actuando más como hijo que como parlamentario? (Daniel Salaverry).Todos estos naranjazos con efecto, y uno que otro botellazo de Fanta, le han caído a Kenji desde que hizo públicas sus discrepancias con la ?bankada? en varios ítems: su deseo de formar una comisión investigadora sobre el Caso Sodalicio, su crítica al proyecto de Letona y Alejandra Aramayo sobre control de los medios, su rechazo a modificar los decretos legislativos que hablaban expresamente de orientación sexual.Kenji no se contentó con tuitear sus objeciones y hacer gestos desafiantes, como adoptar la bandera arco iris en su perfil de Twitter y dejarse fotografiar junto a la primera dama Nancy Lange. Salió de la cura de silencio que compartía con Keiko, y habló de todo esto y más en una entrevista en ?Cuarto poder?. Ahí sí que el keikismo militante tuvo que salir a replicar lo que no solo eran tolerables diferencias e indisciplinas en un grupo tan grande, sino a aplacar lo que podría estarse anunciando como un cisma. Por cierto, he conversado con una fuente cercana a Kenji que me asegura que no hay en él ninguna intención de romper Fuerza Popular ni de rivalizar con Keiko en el 2021, pero que no dejará de pelear por sus diferencias, en las reuniones de bancada y fuera de ellas. Por eso, en una protesta sui géneris, se quedó parado en el hemiciclo y no votó por la modificación de los decretos legislativos liberales. Es más, se apareció en la Comisión de Justicia para sustentar personalmente su interés en que se discuta el proyecto de su correligionaria Leyla Chihuán, que recoge el mismo cantar de los decretos vapuleados, pero como proyecto de ley, salvando así las objeciones formales planteadas por el fujimorismo conservador. Pues resulta que en esa misma sesión de la comisión estaba Roberto Vieira, preparado para discutir su proyecto de prisión domiciliaria para mayores de 75 años. Terminado su pedido respecto al proyecto de Chihuán, Kenji se retiró abruptamente, a sabiendas de que su bancada tenía decidido votar contra Vieira, mientras él ?es fácil presumirlo? estaba de...

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